Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Deportes
  • Tiempo Libre
  • Estrellas

DGO: la tevé que sigue y va contigo

E-mail Compartir

Por Juan Riquelme | @jriquelmediaz

Si les digo DGO de seguro no sabrán mucho a lo que me refiero, pero si les cuento que es la nueva forma en que DirectTV llama a su servicio de televisión sobre internet, tal vez recuerden DirectvGO.

En tiempos en que muchos dicen que la televisión lineal -ya de manera reiterativa- huele a que va a terminar, sometida a los servicios de streaming y por demanda, bien vale la pena echar un vistazo a aquellas plataformas que ofrecen la posibilidad de ver, a través de internet, la televisión lineal tal como si estuviéramos en nuestros televisores.

Actualmente compañías como Movistar han apostado por incluir en su plataforma los servicios de streaming de firmas como Paramount, Star + y Disney + entre otras. Sin embargo, compañías como DirectTV parecen apostar por la consolidación de una mayor cantidad de canales que puedes ver en tu decodificador y que verás en streaming (+ de 100 canales), y también una potente apuesta propia.

La plataforma funciona de maravillas en los teléfonos Android y iPhone, así como también cuando accedes de un navegador. Su forma de navegar es bastante sencilla y también de dar con el contenido. De hecho, tiene apartado de destacados y otros dedicados como por ejemplo el "En Vivo", "Deportes" e "Infantil".

También con un solo click puedes acceder al catálogo donde podrás ver las categorías dependiendo de la firma de televisión o por temáticas generales como "series". Debo destacar que la grilla de canales que ofrece es totalmente de primer nivel, tiene los canales que debe tener, y muy cercana a la que ofrece en el servicio satelital.

Como en otras plataformas, también puedes retroceder los programas y pausarlo si es que debes hacer algo y luego quieres retomarlo en la misma sesión aunque estés en otro dispositivo.

En términos de llevar la pantalla del teléfono, tablet o computador a una más grande, la aplicación considera la opción de compartir pantalla vía Chromecast -de Android- y también de AirPlay, para Apple, lo que nos soluciona -con un solo click- el problema de que más personas quieran ver su contenido. También de manera nativa en televisores Samsung, Hisense, Toshiba, Intec, JVC, Sankey y LGs. Además, otra ventaja es que la plataforma DGO está disponible para Roku, ApplyTV, y Mi Box X.

No me gustaría no destacar la apuesta de DirectTV por el contenido propio, especialmente en deportes. DE hecho, para el mundial tendrán una completa para exhibir los 64 partidos, con 1.400 horas de contenido propio.

Para entrar, hay packs desde los $13.490 y considera dos usuarios de manera simultánea. Puedes agregar servicios premium.


El Rayo Review

Egipcios, los eternos olvidados en el hallazgo de la tumba de Tutankamón

E-mail Compartir

Por Shady Roshdy | Agencia Efe

Hace cien años, el arqueólogo británico Howard Carter tocó la gloria con el hallazgo de la tumba del 'faraón niño' Tutankamón, un histórico descubrimiento en cuyo relato, aún incompleto, la participación de los egipcios quedó en el olvido en el contexto de una colonización europea que premiaba la figura del hombre blanco.

Desde su restaurante en Lúxor, pegado al templo de Tutmosis III y decorado con recortes de prensa del día en el que Tutankamón emergió a la superficie, Nubi Abdelrasul explica con orgullo a EFE cómo su familia, que se dedicaba a las excavaciones y a la agricultura, "empeñó un papel destacado en los descubrimientos de esta zona" repleta de tesoros.

Su padre y su abuelo fueron los encargados de las excavaciones en la zona de Al Qurna, en la antigua Tebas, en la que se ocultaban la mayoría de las reliquias descubiertas a finales del siglo XIX.

En una época marcada por la colonización de Egipto, las misiones arqueológicas inglesas, francesas y alemanas pidieron a la familia de Abdelrasul que les ayudaran a desenterrar los secretos de Lúxor, puesto que el clan era uno de los más numerosos del pueblo de Qurna.

UN HALLAZGO CON FORTUNA

Según Nubi Abdelrasul, la relación de su clan con Carter empezó cuando la Autoridad de Antigüedades de Egipto le aconsejó que designara a su familia para labores de excavación.

"Mi abuelo, Mohamed Abdelrasul reclutó a los trabajadores en la familia y a otros de un pueblo cercano, ya que en aquella época no había tanta población", explica.

De acuerdo con el relato de la familia, Hassan Abdelrasul, padre de Mohamed, con tan solo 12 años, ayudaba a su abuelo trajinando agua a lomos de un asno para saciar la sed de los trabajadores hasta que un día uno de los botijos cayó al suelo y formó un pequeño hoyo.

Los trabajadores empezaron a cavar en la zona donde se filtró el agua y descubrieron el primer escalón de la entrada de la tumba.

"Carter empezó a correr y alzó al niño gritando: '¡Hoy es el día de los días!', explica Nubi, sobre cómo la torpeza de su progenitor fue el motivo de uno de los descubrimientos más importantes de la historia.

Ese mismo niño sería luego inmortalizado en un retrato que tomó Carter, posando con el collar de oro del faraón.

UNA HISTORIA INCOMPLETA

Daniela Rosenow, egiptóloga e investigadora en el archivo del descubrimiento de Tutankamón de la Universidad de Oxford, asegura a EFE que a pesar de que la foto del niño con el collar del faraón más célebre del Antiguo Egipto sea real, desconoce la verdadera identidad del menor.

"Para ser honesta, no creo que el niño del collar sea Hassan Abdelrasul. Hablo desde el punto de vista de nuestros archivos, ya que nadie escribió su nombre", asevera la experta en una entrevista.

Rosenow advierte que Carter no mencionó la anécdota del jarrón de agua en su diario, en el que escribía meticulosamente todos los detalles de su misión.

Más allá de esta anécdota, sí está claro que Carter reclutó a cientos de trabajadores, muchos menores de edad, algo que en aquella época "era normal", según Rosenow, para ayudarle a desenterrar la tumba, ya que los excavadores egipcios tenían mucho conocimiento y experiencia sobre el terreno.

En esto también coincide el presidente del Instituto de Estudios del Antiguo Egipto, Francisco J. Martín, quien aseguró a EFE que más allá de la existencia de algún tipo de evidencia física, la relación de Carter, que mantenía excelentes lazos con la población local y que a diferencia de muchos de sus exploradores coetáneos hablaba árabe, fue esencial para el descubrimiento.

"Creo que Carter tenía una idea de la existencia de una tumba por los excavadores que se dedicaban a trabajar en la zona por muchos años, ya que esta gente conoce el terreno bien y le guiaron por donde buscar", aseveró el egiptólogo español.

Carter era también, según Martin, un hombre visto con rechazo y envidia por la comunidad egiptóloga británica, muy clasista, pues él no tenía formación académica, y eso también le pudo llevar a tener mejor trato con los trabajadores locales.

Como resume Rosenow: "Carter nada hubiera hecho sin egipcios".

GRANDES OLVIDADOS

Tan solo se conocen a través de los archivos del arqueólogo, donados por su sobrina a la Universidad de Oxford, los nombres de cuatro de los capataces que sacaron al faraón de las arenas del desierto.

Estos documentos, incluidas las fotos, muestran "un lado de la historia", la del "siglo de oro de los descubrimientos, que fueron contados por la colonización" británica.

La egiptóloga reveló a EFE que ahora está trabajando, junto con otros compañeros egipcios, en crear "la otra" versión del hallazgo -desde el punto de vista de los egipcios-, puesto que la historia de Carter fue contada como "un espectáculo individual" del europeo.

"Toda la historia de la arqueología fue creada profundamente desde la visión de la colonización, por eso ahora es importante de poner un dedo sobre esto, para que la gente sea consciente", concluyó.