Priscilla Barrera Ll.

Una mezcla de emociones embarga a Dario Merani Manríquez, viñamarino de 82 años que, la mañana de este martes, fue brutalmente asaltado por dos sujetos quienes, aparentemente dateados, lo golpearon para arrebatarle 5 millones de pesos que pocos minutos antes había retirado de una sucursal bancaria ubicada en pleno centro de la Ciudad Jardín.

Con un parche en su cabeza y algunos hematomas en sus mejillas, el adulto mayor quiso contar su testimonio para poner en alerta a las autoridades respecto de la inseguridad que se vive en la ciudad, agradecer a quienes lo auxiliaron tras ser atacado y advertir la urgente necesidad de que los bancos adopten medidas de mayor resguardo respecto de sus clientes.

"No tienes ninguna privacidad, todos ven cuánto retiras o qué trámite estás haciendo, no puede ser, ¿acaso esto significa que nunca más voy a poder ir al banco?", cuestiona con impotencia.

Y es que Dario es un hombre 100% autónomo e independiente, quien con frecuencia realiza trámites bancarios, por lo que aclara que su concurrencia de este martes fue una actividad rutinaria que suele efectuar.

"Físicamente estoy bien, me golpearon mucho en la cabeza y por eso tengo este parche. Tengo la impresión de que alguien les dio el dato y afuera me estaban esperando", comienza relatando desde su hogar.

Su primer comentario es que le tocó vivir una mala experiencia y reiteró que, como suele hacerlo, pasó por el supermercado y luego al Banco BCI ubicado en calle Valparaíso esquina Ecuador, en pleno centro de la ciudad.

"Yo constantemente voy al banco. Fui a buscar unos ahorros que tenía y pienso que alguien le pasó el dato a esta gente. Eran pasadas las 11.00", recuerda.

Y agrega que cuando aún estaba dentro de la sucursal se percató de una persona que lo miraba con insistencia debido a la cantidad de dinero que retiró.

"Porque desgraciadamente en el banco, cuando uno retira una suma más grande, lo haces delante de todos, todos te ven. Sucede que los bancos no tienen lugares más cerrados, más privados, porque al banco no le interesa el cliente, le interesa la plata que le va a llegar, nada más", criticó.

A pesar de sentirse observado, se guardó el dinero y cuando quiso volver a ver a la persona, ya no estaba.

Con el dinero guardado en un bolsillo interior de su chaqueta, salió del banco con la intención de regresar a su casa.

"Afuera del banco, de repente llegan dos sujetos y me empujan contra una reja y me empiezan a pegar inmediatamente. Yo me defendía con una mano porque me tenían en el suelo. Me gritaban 'entréguese, no oponga resistencia', creo que eran extranjeros, me pareció de unos 30 años. Entre los dos contra uno, fue fácil para ellos. Me pegaron mucho en la cabeza con la pistola. En un momento me puse la mano en la cabeza para que no me siguieran golpeando. Me sacaron la plata, llegaron dos motos de velocidad, no de delivery, se subieron y partieron", añadió el viñamarino.

Agradece

Dario agradece a quienes se acercaron a ayudarlo mientras quedó a su suerte tras el asalto y dice entender que no se involucraran mientras era víctima de sus atacantes. "Estaban armados", precisa.

"Me ayudó una enfermera, otra persona del edificio, empleados del banco, vino mucha gente a verme, me trajeron una silla. Los carabineros se portaron excelentemente bien, me llevaron a Miraflores para que me atendieran, me pusieron inyecciones y me curaron la herida de la cabeza. Sangraba mucho", dijo. Tras esto, concurrió a Carabineros para efectuar la denuncia respectiva.

"Yo no soy jubilado, soy rentista, por lo que no recibo nada; al revés, solo pago impuestos", acotó.

Darío Merani reflexiona sobre lo ocurrido y lamenta sentir lo mismo que les dijo a los empleados de la sucursal. "No voy a poder venir más al banco porque si me asaltan así, cómo voy a atener la confianza de ir a un banco si en la esquina me van a asaltar... Yo necesito a los bancos pero el banco tiene que ser seguro. No me dijeron nada. La verdad de las cosas es que estas entidades no brindan ninguna seguridad", planteó.

"Estamos sobrepasados en delincuencia porque al delincuente, si es un monto pequeño, lo sueltan altiro porque las cárceles están llenas (...) Además tampoco hay registro, particularmente digo de los extranjeros, los detienen pero no tienen historia en Chile porque ingresan sin papeles", cuestionó.

"Físicamente estoy bien, pero anímicamente la verdad que no me siento muy bien. Afecta mucho esto porque no estoy acostumbrado a que me pasen estas cosas... Pero todo se pasa, en la vida he pasado muchas cosas, yo ya tengo 82 años", concluyó.