Artista porteño crea estampilla para Correos
Néstor Flores resultó ganador en una de las categorías del concurso por el 275° aniversario de la institución con una original acuarela.
Un cartero con su característica chaqueta roja, arrastrando su carro con correspondencia entre una multitud de paraguas en un día lluvioso: esa es la temática que eligió el artista porteño Néstor Flores para ilustrar, a través de una acuarela, una imagen representativa de Correos de Chile, como parte del 275° aniversario de la institución.
De hecho, la acuarela de Flores ganó el concurso convocado por Correos, en la categoría de 26 a 59 años, y quedó plasmada en una estampilla conmemorativa que ya está disponible para usuarios y coleccionistas.
Publicista de profesión y escritor de oficio (es autor de varios libros, como "Barcelona", "Si Forrest Gump hubiese sido chileno" y "La misteriosa desaparición de Ted Robledo"), Néstor Flores ha incursionado, durante los últimos años, en el arte visual a través de la acuarela.
Y a través de esta disciplina ha participado ya en varias muestras internacionales, donde sus obras han sido seleccionadas.
Sobre la imagen ganadora del concurso de Correos y que hoy se luce en una estampilla, Flores cuenta: "Desarrollé la idea de potenciar el trabajo del cartero, que está muy invisibilizado por las redes sociales, la gente cree que ya no hay carteros y sigue habiendo la misma cantidad y más que antes. Entonces se me ocurrió pintar el cartero visto desde el aire, con (tonalidades) tinta neutra y gris de paine; la idea era ver una toma como si fuera un dron a 20 metros de altura, donde todo el mundo va con paraguas, relativamente protegidos, mientras el cartero va por la calle haciendo su pega, muchas veces ante la indiferencia de la gente. Se ve una tarde lluvia en una ciudad que puede ser cualquiera y la única persona que va sin paraguas es el cartero, con su chaqueta roja, su jockey y su carrito con las cartas".
Un buen momento
Néstor Flores cuenta que, desde 2019, retomó su relación con la acuarela, que había iniciado en los años 80, en la Escuela de Bellas Artes de Valparaíso. En aquella época, en que apenas pintaba "con témpera aguada y en cualquier hoja", puso una larga pausa a su relación con el arte ("me enamoré del tenis y dejé botada la pintura", confiesa), la que recuperó hace algunos años, acompañado a su hijo Nahuel en sus tareas escolares. "Empecé a pintar en paralelo con él y fui retomando el gusto por tener el pincel en la mano. Empecé a buscar talleres, a investigar qué pasaba con la acuarela en Chile y me di cuenta de que era totalmente diferente desde los 80", cuenta Flores, quien señala que hoy existen pigmentos, papeles y pinceles de gran calidad para desarrollar esta disciplina artística.
Hasta ahora, ha realizado talleres con artistas peruanos y chilenos, como Ismael Allende, Gonzalo Vargas y Felipe Barahona. Y varias de sus obras han sido seleccionadas en festivales de acuarela en Ucrania, Eslovenia, Malasia, Italia y España.
La mayor parte de sus acuarelas, cuenta Flores, tienen que ver con Valparaíso, su ciudad de origen, y Quilpué, que es donde hoy vive.

