Belén Velásquez - La Estrella de Valparaíso

Para nadie es un secreto que la pandemia aisló a muchas personas y precarizó la vida de otras tantas, sobre todo las de los adultos mayores, sector etario que en gran parte se encontraba en una situación de vulnerabilidad desde antes de la emergencia sanitaria.

En este contexto fue que tras la llegada de la pandemia, una noble alianza se gestó entre un grupo de restaurantes de Quilpué y Carabineros de la Segunda Comisaría de la comuna, entidades que convocadas por la Corporación Iniciativa UCAD ya han entregado más de 42 mil raciones de alimentos a gente vulnerable.

Al principio, cuentan sus actores, la actividad se enfocaba en gente en situación de calle y adultos mayores con necesidades de todo tipo y duraría mientras las condiciones sanitarias fueran adversas. Sin embargo, la iniciativa se prolongó en el tiempo, se priorizó a las personas mayores y se decidió continuar "hasta que se pueda".

De esta manera, la unión de locales de comida, panaderías, Fundación Bienvenidos, la feria Los Pinos y una serie de negocios asociados, ya cumple dos años y medio en esta desinteresada iniciativa que consiste en la organización para que a cada uno le toque un día a la semana cocinar alrededor de 44 almuerzos que posteriormente son retirados por los carabineros de la Oficina de Integración Comunitaria de la Segunda Comisaría de Quilpué, quienes en su furgón policial tienen la importante misión de repartir los alimentos.

Lunes de legumbres

Los lunes, por ejemplo, es el día de las legumbres y está cargo del conocido local Trotamundos. "Teníamos los recursos y quisimos ayudar", dijo el dueño del local, Alexis Feliú, pues "los insumos los ve la Corporación UCAD, pero si están cortos, aportamos", dice el encargado, quien agrega que "es súper reconfortante esta labor".

"Es bonito hacer esto, te llena el corazón porque es gente sola que no tiene quién le dé un plato de comida. No se les da lo que sobra, se hace para ellos", relata Mauricio Aguilera, el chef de Trotamundos (en la foto), quien cuenta que si la contingencia amerita, incluso ha cocinado en su casa.

Desde el restaurante Sous Sol, Alejandro Páez, dice que "fue complicado porque esto empezó al mes de la pandemia y nos estábamos reinventando porque estábamos cerrados y nadie sabía qué iba a pasar, pero le dimos no más. La Corporación se consiguió proveedores, pasamos por momentos complicados en que baja el aporte y, entonces, desde hace como un año nosotros -y cada local- generamos todas las colaciones, aportamos con los recursos, hacemos la cadena completa".

Asistente social

Pero ¿cómo se selecciona a la gente que recibe esta ayuda? Aquí entra en acción la asistente social de Carabineros, quien -según cuentan los involucrados en la iniciativa- empezó a visibilizar carencias en adultos mayores, algunos postrados, solos o con pensiones mínimas, comenzando así una especie de proceso de selección.

"Son personas, adultos mayores, que merecen toda nuestra atención y cariño. Es una hazaña que partió como iniciativa de un grupo de amigos de la comuna de Villa Alemana y Quilpué que al día de hoy se ha transformado en un compromiso permanente", comenta el mayor Claudio Ramírez, jefe de la Segunda Comisaría de Quilpué

Eso sí, los carabineros no se quedan solo en la misión de proveer asistente social o repartir los alimentos, pues también les toca cocinar una vez a la semana, por lo que con el uniforme bajo el delantal ponen manos en acción.

"Son alimentos preparados con amor por Sous Sol, Casona de Quilpué, TrotaMundos, Restaurant Rewind, el Sibaritas, Bomberos de la 5ta. Compañía de los Pinos, los recién ingresados el mes de noviembre La Quinta Pata al Gato y el restaurant El Campito, entre otros, como nosotros, que además todos los días repartimos los alimentos con nuestra patrulla comunitaria", dijo el mayor Ramírez.

"Solo nos queda agradecer a quienes aportan con la Corporación y permiten que llevemos alegría y amor a estas familias", cerró el oficial.