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Futuros técnicos hacen patente la inclusión en su aprendizaje

Comunidad sorda recibió atención de salud bucal gratuita en la Clínica del Higienista Dental Santo Tomás de Viña del Mar. El operativo fue organizado por la carrera de Técnico en Odontología en coordinación con el Centro de Estudios para Sordos. Usuarios valoraron la iniciativa.
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Redacción - La Estrella de Valparaíso

Puede sonar de perogrullo pero lo cierto es que incorporar la inclusión desde la base de la formación académica debiera ser hoy por hoy parte del currículo obligatorio de cualquier futuro profesional; sin embargo, aún no hemos avanzado tanto como sociedad y tampoco como academia.

No obstante, existen esfuerzos y proyectos interesantes de universidades que poco a poco han ido incorporando en el proceso formativo de sus alumnos aspectos que hacen carne la inclusión mucho más allá del eslogan.

Nuevo aprendizaje

Es el caso de la carrera de Técnico en Odontología mención Higienista Dental del Centro de Formación Técnica Santo Tomás Viña del Mar, donde hace poco tuvieron la ocasión de brindar atención gratuita a pacientes sordos, recibiendo previamente una inducción en lengua de señas que permitió que pudieran comunicarse con sus pacientes.

En coordinación con el Centro de Estudios para Sordos de Valparaíso (Cecasov), organizaron sesiones gratuitas de atención en salud bucal para la comunidad sorda de la Región de Valparaíso.

A través de este tipo de operativos, explicaron desde la casa de estudios, se busca sortear los problemas de comunicación que enfrentan las personas sordas al asistir a consultas médicas donde generalmente no hay intérpretes en lengua de señas.

La actividad se realizó durante tres jornadas en la Clínica del Higienista Dental de Santo Tomás Viña del Mar y estuvo a cargo de estudiantes y docentes que previamente recibieron capacitación en lengua de señas, contando también con la colaboración de intérpretes voluntarios que asistieron para facilitar el diálogo con los usuarios.

Doble ganancia

La docente Valentina Coghlan comenta que "la experiencia fue muy gratificante para ambas partes. Los estudiantes han podido comunicarse con una comunidad nueva para ellos y las personas sordas se sienten muy acogidas. Los estudiantes estaban ansiosos al principio porque no dominan la lengua de señas, ninguno es intérprete, solo recibimos un curso previo al operativo. Fue complejo por el nerviosismo, pero ahora ya están más tranquilos por el apoyo que reciben y porque van confiando en sus propias habilidades, entonces la comunicación con los pacientes fluye mejor".

El estudiante Dilan Jil agrega que "al principio da un poquito de miedo, uno piensa que no va a salir bien porque es algo nuevo, pero después se toma confianza en uno mismo y con el paciente, se rompe el hielo, aprendemos a tratarlos para que se vayan soltando de a poco. Yo jamás pensé que iba a atender a pacientes sordos, pero ahora me estoy motivando para hacer un curso y después trabajar en una clínica y que se puedan ir a atender pacientes que son sordos".

Los usuarios también valoraron esta instancia. Jorge Liberona, por ejemplo, señala que "en los hospitales no hay nada como esto, entonces quedé sorprendido, es algo especial que me deja muy contento, me gustó mucho. No hubo ningún problema con los estudiantes, todos fueron muy simpáticos, quizás estaban un poco nerviosos, pero lo normal, me sentí muy bien".