"Pasé de un momento de plena felicidad a la oscuridad absoluta"
La diputada Camila Flores, reveló los temores que tuvo que enfrentar luego de enfrentar una complicación postparto. "Pensé que me iba a morir", asegura la parlamentaria, quien se sincera y reconoce que existe "un antes y un después".
Pese a que la política divide a muchos, el pasado 3 de noviembre la humanidad se hizo presente y la preocupación del hemiciclo recayó en la diputada de Renovación Nacional, Camila Flores, quien, tras dar a luz, sufrió graves complicaciones que la tuvieron al borde de la muerte.
Luego de tener a su hija entre sus brazos, su paso por la clínica se complicó. Durante la cesárea, la parlamentaria sufrió la perforación de su intestino, condición que la mantuvo 12 días en la Clínica Ciudad del Mar. Su estado fue de suma gravedad y así lo recuerda la diputada por el distrito 6 con una frase decidora: "Pensé que iba a morir".
Transcurridos los días, y superado el cuadro, el pasado 15 de noviembre fue dada de alta. Ya recuperándose en la tranquilidad de su hogar, Camila Flores, asegura sin duda alguna que existe un antes y un después.
-¿Cómo está?
"Pese a todo, muy contenta porque yo quería ser mamá, queríamos ser papás, esto es algo que lo planificamos, nuestra guagüita es súper esperada, es súper querida y por lo tanto, en ese sentido, estamos felices porque es una bendición. Fue una experiencia difícil, porque no es fácil ser mamá, pero con la situación que me tocó enfrentar, los problemas de salud que se generaron posterior a mi parto, se vuelve más difícil. Mi guagüita está sanita, bien, pero la mamá todavía de a poquito tratando de salir adelante".
-Fueron días difíciles e inesperados. ¿Qué pasó?
-"Pasé de un momento de plena felicidad a un momento de oscuridad absoluta. Fue en cosa de horas que pasé de una felicidad plena, de haber sido mamá, de tener a mi guagüita en mis brazos, de poder amamantarla, y al rato después, comenzar con dolores insostenibles, que no me permitían mantenerme. Hay momentos que no recuerdo, porque era tanto el dolor que me desvanecía. Cuando una va a dar a luz, lo planificas, pero esto fue distinto. El parto se adelantó, yo tenía otra fecha programada y lo que pasó no era parte de lo que habíamos pensado. La verdad es que fue muy grave lo que me pasó".
-¿Sintió miedo?
-"Estuve a nada de haber muerto. Sentir y tener la conciencia de que te puedes morir y dejar a una bebe recién nacida sin su madre, a una pequeñita que yo me había hecho la ilusión de poder criarla y que eso se convierta en un riesgo tan grande, es algo que no se lo doy a nadie, es de una desesperación y una pena profunda. Ves a tu guagüita tan inocente, tan vulnerable y que le pueda faltar su mamá, producto de algo que no debiera haber ocurrido, es muy doloroso. Uno saca fuerza de donde no la tienes".
- ¿Cómo fueron esos días en la clínica?, ¿pudo ver a su hija?
-"Para mí era súper importante no cortar esa línea de apego. Cuando salí de la UCI y me llevaron a la UTI, que era un espacio de menos gravedad, hablé y me permitieron ver a mi guagüita por 20 minutos al día para así poder tocarla al menos, porque no podía tomarla en brazos, porque estoy con muy poca fuerza. Tuvimos que cortar el periodo de lactancia porque tenía demasiados medicamentos intravenosos, por lo tanto no pude. Ha sido todo un proceso volver con ella, a que se acostumbre a la lactancia materna. Ha sido difícil, doloroso".
- ¿Cómo se tomó las muestras de cariño? Fueron transversales, incluso del Presidente.
-"En estos años que me he dedicado a la política, hay gente que cree que uno no tiene la capacidad de generar buenas relaciones humanas con gente que no piensa como uno, y es todo lo contrario. En estos años he generado lazos humanos con personas que pensamos totalmente distinto, porque entiendo que mis diferencias son políticas, no personales. Las muestras de cariño fueron tan transversales, con personas que tenemos abismos de diferencia, desde el Presidente, ministros de Estado, colegas parlamentarios… fue sumamente gratificante.
-¿Hay un antes y un después para Camila Flores?
-"Sin duda hay un antes y un después cuando una persona vive una situación tan al límite, uno se replantea, reflexiona en otras cosas que quizás antes uno no le daba tanta importancia. Hay un antes y un después porque te das cuenta que la vida es tan frágil: el estar sano y al minuto siguiente enfermarse y morir, es algo tan latente, tan presente, y uno dice que hay cosas más importantes a las que hay que dedicarle más tiempo.
-¿Ha evaluado tomar acciones legales tras lo sucedido?
-"No he estado para nada pensando en eso. Me he dedicado única y exclusivamente en pensar en mí, en mi salud y en mi hija".