"Réquiem para una ciudad en ruinas" se estrenó en el Espacio La Compañía
La compañía Ignorante Teatro de Valparaíso, dirigida por Camilo Romero, presentó la segunda parte de la "Trilogía de la Muerte", un montaje magnánimo y multidisciplinario en un templo jesuita declarado Monumento Nacional.
Redacción
Anoche, en el Espacio La Compañía, ubicado en Eusebio Lillo 378, barrio Almendral en Valparaíso, se estrenó la segunda parte de la "Trilogía de la Muerte" de la Compañía Ignorante Teatro titulada "Réquiem para una ciudad en Ruinas".
El montaje inspirado en "La divina comedia" de Dante Alighieri, busca contar mediante la mezcla del flamenco, el circo, el teatro y la danza, la historia de Dante y Ofelia, quienes viajan por diferentes catástrofes de importancia histórica ocurridas en la ciudad de Valparaíso durante el siglo XX y XXI en la búsqueda de su identidad perdida. Entre los episodios que inspiran la obra se encuentran la tragedia del terremoto de 1906 que cobró la vida de más de 3000 personas y el mega incendio de Valparaíso del año 2014, donde se consumieron más de 2.900 casas.
"El objetivo es el rescate patrimonial histórico de la ciudad poniendo en valor la memoria desde la representación" adelantó Camilo Romero, director de la obra, añadiendo además que este montaje "es el resultado de una residencia artística en el templo jesuíta, hoy transformado en espacio cultural La Compañía, que nace de la necesidad de poner en valor el patrimonio material e inmaterial de la ciudad de Valparaíso. Es por ello que nos situamos en un espacio no convencional, específicamente al interior del templo, el cual posee la categoría de Monumento Nacional, para así poder narrar distintas catástrofes ocurridas en la ciudad de Valparaíso a lo largo de su historia, pero siempre fiel al estilo de nuestra compañía".
Trilogía de la muerte
Este estreno, que se celebró entre ayer y hoy, es la segunda parte de la trilogía de la muerte. Su primera parte, "Insurrección en el paraíso", fue estrenada en el verano del año 2021 frente a más de 700 espectadores, sorprendiendo a la escena local con un grandilocuente montaje que utilizó el espacio público y plazas de la ciudad.
De cara a esta ocasión, la compañía igualmente utiliza espacios no convencionales "en donde buscamos establecer un vínculo artístico con la ciudad y su arquitectura, desplegar nuevas formas de habitar los espacios y el territorio desde la composición colectiva, haciendo referencia a una mixtura de textualidades y así no estar supeditados a un texto teatral, sino más bien servirnos de elementos de este y construir intertextualidades, visuales, sonoras, estéticas, de personajes y literarias" finalizó Camilo Romero, quien prefiere referirse a "Réquiem por una ciudad en ruinas" como una obra tan solo de ribetes operáticos, "pues no pretende ser una ópera como tal".