Un oficio entrañable: se jubilaron "los últimos carteros" de Valparaíso
Juan Rojas pasó 43, de sus 64 años de vida, entregando cartas. En tanto su compañero Luis Barría, ingresó a Correos Chile tan solo con 17 años.
Aún recuerdan cuando el romanticismo se plasmaba de puño y letra sobre el papel o cuando las mamás tenían noticias de sus hijos cadetes navales, sólo a través de ellos o cuando, a propósito de diciembre, los regalos al viejito pascuero se debían pedir sí o sí a través de cartas dirigidas al Polo Norte.
Para nosotros, aquellas parecen ser solo historias del pasado, sin embargo para Juan Rojas y Luis Barría, son parte de sus más preciados recuerdos.
Como los últimos "carteros del Puerto" y quienes hoy han decidido acogerse a jubilación tras años de servicio, Juan y Luis comparten parte de sus historias.
"Yo entré el año 79 y en esos años el oficio de cartero era bien mirado, porque la Empresa de Correos tenía el monopolio de las cartas. Tenía un familiar que trabajaba ahí y yo justo había salido de estudiar electricidad en la Escuela Industrial e ingresé, porque la empresa tenía camiones y necesitaba ayuda con la mantención del edificio de Sotomayor. Después pasé al área de cartero, en el año 82", cuenta Juan Rojas quien pasó 43, de sus 64 años de vida, ligado a las cartas.
CONEXIÓN barrial
Con nostalgia, Juan recuerda que la conexión que se generaba con los vecinos de Valparaíso era única.
"Nosotros éramos como uno más de los sectores, del barrio y eso era bueno. Había una señora que yo le dejaba las cartas por la ventana de la cocina en el cerro Merced y cada cierto tiempo nos topábamos y me daba una propina. Pasaron como tres meses y no la vi más. Tiempo después llegó una niña al correo, buscándome, me pasó plata y me dijo que su suegra murió. Antes de morir, dijo que esa plata era para mí. Ese nivel de conexión se alcanzaba en los barrios, eran otros tiempos, otra generación", reflexiona, recordando también que "antes todo era hecho a mano, la gente era nostálgica, la comunicación era distinta. La gente cuando escribía una carta era de puño y letra y era prácticamente poesía, todo con versos, todo romántico, con rima".
"noticia en la mano"
Luis Barría, en tanto, mira también con cariño el oficio que lo vio crecer: ingresó a los 17 años a trabajar a Correos Chile. Asegura que este trabajo es irremplazable. "Hoy tengo 75 y entré a correos cuando tenía 17 años, el 5 de mayo de 1970. Ahí empezó mi función como cartero, toda una vida", revela.
"De los 42 cerros que hay en Valparaíso, tuve la oportunidad de hacer 38. En esos años, cuando comencé, no existía el teléfono, por lo tanto, correo se encargaba de la carta, nosotros llegamos a la puerta, llegábamos con la noticia en la mano. Gracias a esta labor conocí un montón de gente y gracias a este trabajo pude educar a mis hijos y tener mi casa. Soy un agradecido", cuenta emocionado.
Junto con recordar, Luis comparte una de esas anécdotas que sacan risas.
"Se dice que los carteros son enemigos de los perros, sin embargo, yo creo que soy el único cartero al que lo mordió un gato. Estaba repartiendo en el Bar Inglés, subí hasta el tercer piso a dejar unas cartas a eso de las 10 de la mañana y cuando iba bajando, no me di cuenta que estaba el gato durmiendo. Lo pisé y me pegó una mordida en las piernas", cuenta entre carcajadas.