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Los estrellas a un click de distancia

Francisco Núnez es astrofotógrafo y lidera una campaña po divulgar la fotografía de los cielos. Se queja de lo poco que se promociona esta actividad por parte del Estado y aplaude que hoy, hasta con un celular, se pueda capturar lo mismo que vieron Galileo los dinosaurios.
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Por Juan Riquelme Díaz

Los cielos terminan siendo tal vez una de las cuestiones más democráticas que existen. Están ahí y para disfrutarlos solo se necesita levantar la cabeza. No hay que pagar una entrada, tener estudios profesionales ni menos saber de física; simplemente basta con observar.

Y bien lo sabe Francisco Núñez, director de Astrofotografía Chile, iniciativa que le ha permitido avanzar en algo que le apasiona: observar los cielos. Y el trabajo ha sido en serio; de hecho fueron reconocidos por la Fundación Starlight en Europa como el mejor proyecto de astroturismo, por ver el cielo como un motor de desarrollo sostenible y, a través de esto, crear posibilidades educativas, científicas, de relato histórico y también cultural.

Y justamente El Rayo conversa con él bajo el cielo del valle del Elqui, un lugar que, según la escala de Bortle, tiene cielos tipo 2 bordeando el 1, es decir, un espacio ideal para la observación a ojo desnudo. Una aclaración: la escala de Bortle clasifica los cielos en nueve tipos. El 1 permite ver 7 mil elementos sobre nuestra cabeza; el 9 solo 50 elementos, clasificación que se desarrolla según la escala de contaminación lumínica.

Divulgación de la astronomía

La apuesta de Francisco y su equipo va mucho más allá de la fotografía con las estrellas, planetas y cielos de fondo. Lo de él es la divulgación de la astronomía a todo nivel, como motor del turismo pero también como enseñanza en colegios. "Nosotros como chilenos tenemos un valor propio, heredado, que son los cielos, que son los mejores del mundo", dice Francisco.

Y agrega: "Es un poco valorarlos, cuidarlos, conocerlos y entregar las herramientas posibles para que los emprendedores, las nuevas generaciones, se apropien de él como un medio para poder comunicar, generar posibilidades de trabajo, buscar la forma de provocar impacto, que venga turismo", dice.

"Si tú quieres comer pasta vas a Italia, si quieres tomar champagne vas a Francia, pero si tú quieres ver los mejores cielos del mundo vienes a Chile; entonces es empoderarnos de eso y generar una consciencia de cuidado, cuando la gente conoce, respeta y cuando respeta, cuida", dice.

Ejemplifica lo que ocurre en el valle del Elqui en donde no existe mucha iluminación en las calles, algo pedido por los propios vecinos para no afectar la observación del cielo; no por nada ese lugar es parte de la "ruta de las estrellas".

Valor de los cielos

Pero el trabajo de la astrofotografía va más allá de la imagen. Cuenta Francisco que el objetivo apuesta a entregar información a quienes lo acompañan acerca de lo hay en el cielo, las diferencias entre planetas y estrellas, e incluso cómo fueron los cielos que vieron los dinosaurios, Galileo y tantos otros.

"Antiguamente, seis o siete generaciones atrás, para nuestros antepasados era un tema común o de contingencia Decían: está saliendo Venus por la punta del volcán, entonces hay que subir a los animales a la cordillera porque viene el tiempo de buenos pastos y la engorda, o hay que bajarlos porque viene la nevada y se nos van a morir; para castraciones de animales por las moscas, siembras, cosechas, ahí vuelve con ese calendario natural que todos los pueblos originarios lo han tenido y nosotros un poco lo hemos perdido", reflexiona.

Al explicar estos conceptos de manera cercana, también está la posibilidad de que esas personas terminen divulgando esa información de astronomía. "Este multiconcepto es explicarle a la gente que no solo es para los físicos y matemáticos, sino que uno como aficionado puede involucrarse, hacer descubrimiento, colaborar con sus anotaciones y trabajar de manera asociativa, algo que es muy habitual en la astronomía", dice.

la cámara

Alojados en astrofotografiachile.cl, la iniciativa ya lleva 8 años, tiempo en que han podido avanzar en el registro fotográfico de los cielos en distintos puntos del país. Ciertamente, Atacama y Elqui son parte de los mejores cielos existentes en el país.

Pero transmitir la nube de Magallanes, Venus, Júpiter o las distintas constelaciones requiere de una buena cámara, hoy accesible de manera muy distinta que hace 10 años.

En esta conversación en el valle, un grupo de periodistas busca tomar el registro del cielo con un teléfono celular, un Xiaomi T12 Pro, muestra clara de que para hacer grandes fotos no es necesario tener una cámara profesional.

De hecho, la imagen que acompaña este artículo y la tapa del suplemento, fueron tomadas por ese teléfono por quien escribe esta crónica.

"Esto es maravilloso, porque significa que cada día se están divulgando más nuestros cielos en el mundo, y existirían más astro fotógrafos, habrá más interés, y toda esta ayuda, y estas cámaras como la Xiaomi T12 Pro, hacen que la gente quiera vivir esta experiencia", cuenta Núñez.

Tareas pendientes

Pero para que la astronomía crezca, Francisco plantea que se deben hacer varias cosas. Lo primero, es agregarlo -tal como ocurre en Uruguay- como una clase en la formación escolar de los alumnos.

Y lo segundo, que Chile genere una campaña turística seria para atraer turistas al país, porque es acá, dice Núñez, que se encuentran los mejores cielos del mundo para la observación. "Así como invitamos a Chile a tomar vino y no tenemos el mejor vino del mundo, convocamos a las playas y no tenemos las mejores playas del mundo, podríamos convocar a que vengan a ver los mejores cielos y sí tenemos los mejores del mundo", concluye.