Sanatorio Marítimo lanzó residencia inclusiva para niños
Este lunes comenzó la "marcha blanca" de la residencia infantil. Ahora, buscan reunir $8 millones para finalizar sus obras. "Somos el puente entre las capacidades que tiene el usuario y el entorno", explica Katiuska Loyola.
Gian Franco Giovines - La Estrella de Valparaíso
Construido en 1929, el Sanatorio Marítimo San Juan de Dios lleva más de 90 años al servicio de los viñamarinos y viñamarinas. Si bien en sus inicios el centro asistencial surgió para la atención de enfermedades de la época, como la poliomielitis y tuberculosis ósea, hoy sus labores se centran en el tratamiento y la atención de niños, jóvenes y adultos con discapacidades físicas y neurológicas, ya sean adquiridas o congénitas.
Sin embargo, desde hace dos años el recinto decidió dar un giro y ser mucho más que un centro hospitalario. En una iniciativa que califican como "pionera en Chile", el Sanatorio habilitó una residencia inclusiva, que recibe y cobija de forma permanente a pacientes del propio hospital.
"Son pacientes que ya están dados de alta del Sanatorio Marítimo; es decir, que ya no requerían vivir en un hospital, pero que no tienen un alta social por su situación familiar. Entonces, se trabaja en este proyecto, que fue un sueño de mucho tiempo de darle una alternativa más residencial, más de casa y de familia, que quiebre un poco el concepto de institucionalización, que se da en un contexto más estricto como un hospital", explica Katiuska Loyola Núñez, asistente social y jefa del área de Área de Promoción de Derechos del Sanatorio Marítimo.
"Aquí el objetivo de la residencia es participar desde el concepto de autonomía, de participación y de inclusión, por lo tanto nuestros profesionales somos denominados facilitadores. ¿Qué quiere decir eso?, que somos un puente entre las capacidades que tiene el usuario y el entorno, donde tenemos que permitir que ellos ejerzan sus derechos. No es algo clínico", añade la profesional.
La residencia inclusiva del Sanatorio Marítimo San Juan de Dios se encuentra actualmente al máximo de su aforo, albergando a 15 adultos y jóvenes que viven de forma permanente con los cuidados y comodidades que ofrece la unidad. Sin embargo, sumado a aquello, uno de los objetivos de la residencia es potenciar las habilidades sociales de sus pacientes, particularmente de los jóvenes.
"Hemos visto logros importantes en los jóvenes, desarrollar habilidades como comer solo, decidir por su ropa, decidir sus rutinas y adecuarse a otras diferentes. Yo siempre cuento que para nosotros fue muy linda la primera vez que le dimos un almuerzo y ellos no vieron bandejas... Porque en un hospital siempre se sirve la comida en una bandeja. Ellos no habían vivido esa experiencia de casa, de poner un individual... Cosas que a lo mejor para nosotros son comunes y no le damos importancia, pero que para ellos es súper importante. La idea es que participen, que pongan la mesa. Antes ellos se sentaban y esperaban que se sirvieran, ahora saben que tienen que ir a buscar su comida y después dejar su plato en la cocina", cuenta Katiuska Loyola.
Necesitan $8 millones
Gracias al positivo balance en estos dos años de implementación de la residencia para adultos, el Sanatorio Marítimo decidió habilitar otro espacio de similares características. Esta vez, orientado al cuidado de niños y niñas con discapacidades.
El espacio, al que pudo acceder La Estrella, cuenta con amplias habitaciones, camas, roperos, muebles y baños inclusivos, además de un vasto comedor, cocina y sala común, donde los más pequeños podrán esparcirse a su gusto.
Sin embargo, para finalizar las obras en la residencia infantil del Sanatorio, aún resta una inversión de $8 millones.
"Tenemos los elementos de comodidad, pero nos faltan los elementos de crecimiento, de aprendizaje y de estimulación. Para todo niño es importante ser estimulado. Muchos niños tienen sus casas, familias... Aquí nosotros necesitamos de otros elementos, que sean sensoriales. Queremos que cada rincón sea de aprendizaje, donde el niño pueda tocar, pueda ver y pueda desarrollarse. Es una campaña muy bonita, que irá en directo beneficio de estos niños", explica Loyola.
"Queremos entregarles la mejor de las posibilidades, por ello necesitamos de la comunidad", añade la asistente social.
Para aportar a la habilitación del piso infantil de la residencia inclusiva, puede entregar su aporte desde los $1.000 pesos en www.sanatoriomaritimo.cl. Para más información, llame al +56 32 213 8000.