Qué calor de locos
En el marco de la ola de calor que afecta estos días algunas zonas del país, debemos preguntarnos cuánto sabemos del clima y sus implicancias en las dinámicas vitales de los seres vivos y los ecosistemas. No basta con llenarnos de memes y dividirnos entre inviernistas y veranistas. El análisis debiese ser mayor, y reflexionar acerca de qué debemos saber y cómo pensar y actuar respecto al cambio climático. Entender la dimensión planetaria y humana de este fenómeno es crucial, como así también, sus implicancias más evidentes, que por cierto van más allá del calor, como por ejemplo: la falta de acceso al agua potable, efectos sanitarios graves (debido al aumento de las epidemias), la degradación de los ecosistemas, sequías frecuentes y extremas que ponen en peligro la seguridad alimentaria y las inundaciones, la subida del nivel del mar, la erosión costera que puede generar daños severos a la vida y a medios de subsistencia, entre otras. Es indiscutible que la sensación de calor va más allá de un hecho anecdótico y necesita de una ciudadanía educada científica y ambientalmente, que sea capaz de comprender y actuar ante este fenómeno climático y los que vendrán.
Felipe Kong, académico
Facultad de Educación UDP