¿Una pantalla para su hijo? Estas son las reglas que se recomiendan instaurar
Los teléfonos celulares son uno de los regalos más populares de celebraciones, más aún en un contexto en el que el 86% de los niños entre 10 y 13 años dice tener uno propio. Especialistas rescatan beneficios de poner límites y supervisar claves.
Ignacio Silva
Desde hace ya algunos años que, entre productos clásicos como videojuegos, bicicletas o pelotas de fútbol, los celulares se han convertido en uno de los regalos más deseados por los niños en Navidad. Puede que sea eso lo que en parte explique que en la actualidad la mayoría de los menores tenga un teléfono móvil propio. Sin ir más lejos, un estudio publicado a comienzos de 2020 por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, la Subsecretaría de Telecomunicaciones (SUBTEL) y VTR, reveló que el 86% de los niños entre 10 y 13 años tiene un smartphone, realidad que ha seguido avanzando.
Sin embargo, los especialistas alertan los riesgos de esta situación. "La verdad es que se recomienda que un niño tenga un celular lo más tarde posible, ojalá no antes de los 12 años. Mientras más tarde se inicie el niño con un teléfono inteligente, mejor va a ser", apunta Yasna Amaro, psicóloga de Dreamoms, una plataforma que apoya la crianza de hijos en distintas etapas de la vida.
Yasna Amaro refuerza que "neuronalmente los efectos son también muy nocivos", afectando directamente al cerebro y sus funciones. "El sistema nervioso central se ve súper afectado y esto lo podemos observar en niños que son más irritables, hacen más pataletas. Cognitivamente les falta más creatividad social. Un niño antes de la edad mencionada durante los 12 años debería estar explorando su entorno con otros niños, descubriendo juegos, etcétera. Y tener toda su tensión en el móvil lo va a privar de realizar actividades que son acordes para el desarrollo", agrega.
¿Qué hacer?
"En primer lugar, tratar de mantener las piezas sin pantallas. Es muy difícil controlar la cantidad de tiempo y el contenido que consumen los niños si es que la tecnología está en sus piezas. Además el uso en las noches perjudica la calidad de su sueño", apunta Matías González, CEO y Fundador de Brincus, una plataforma digital de reforzamiento y apoyo escolar. "Se debe controlar el contenido al cual acceden sus hijos con el uso de aplicaciones, y también restringir las horas de uso del celular. Es necesario que conversen mucho con sus hijos sobre el uso que le están dando, compartan información, aprendan juntos".
Además del control a través de apps, Yasna Amaro agrega que es importante que "el papá o la mamá tenga acceso a la clave del celular". "Y fuera de eso hay que mantener una comunicación fluida para que el niño nos cuente qué hace en el teléfono y nos permita entender lo que como papás queremos entender: el mundo de nuestros hijos", comenta.