Lamentablemente no es la primera vez ni lo será, que la supuesta ayuda a las personas que pierden todo a causa de un siniestro como el que afectó a Viña del Mar, sea una ayuda disfrazada de solidaridad, pues en el fondo es una forma que tienen algunas personas para deshacerse de lo que nos les sirve. La falta de sensibilidad hacia el que sufre se hace notar cuando se donan alimentos vencidos o en mal estado y vestuario que no cumple con las reales necesidades del afectado por la tragedia. Este tipo de "ayuda "no solamente perjudica a los damnificados sino que también a los voluntarios recolectores, pues pierden parte de su valioso tiempo en verificar las condiciones de los alimentos y vestuario.

Jorge Valenzuela

Papa Francisco, tengo todo el convencimiento que si usted transforma todos los tesoros del Vaticano en ayuda concreta para todos los pobres del mundo, a los grandes olvidados, a los silentes por el hambre, el más feliz, el más dichoso con su proceder, será su "Gran Jefe", y a quien usted, ni más ni menos, hoy representa en la tierra. Papa Francisco, usted debe estar muy tranquilo, todo lo demás, son expresiones, acuerdos, reglas y costumbres creadas por los propios hombres, para los hombres y nada más, lo insto que pase "del predicar a practicar", no se arrepentirá, definitivamente su acción, marcará en la historia grande de la humanidad, un antes y un después, amén...

Gracias

Nota: todos los sucesivos papas, al ser consultados por los tesoros del Vaticano, han respondido que no son de la Iglesia Católica, sino que de la humanidad, por lo que no pueden disponer de ellos, para ir en ayuda de los más vulnerables de la tierra y en especial por los que sufren hambre...

Papa Francisco, sin ninguna duda, su Jefe estaría muy contento.

Luis Enrique Soler

Qué agradable fue caminar ayer por Pedro Montt y no tener que "conejear" entre tanto puesto de vendedor ambulante. Claramente muchos aprovecharon la Navidad para ganar algo de plata y por eso salieron especialmente la última semana. Y los otros, quienes siempre están, parece que se tomaron día libre. Porque todos sabemos que ahora vendrá la venta de cotillón para esperar el 2023. Espero que prime la conciencia ecológica y los porteños no compren de estos artículos, que duran apenas unas horas y luego se van directo a la basura o al suelo de Valparaíso.

Soñemos y pidamos que para el 2023 haya una solución integral para terminar con el comercio callejero. Por favor.

Isabel Rojas