¿Quién es el conserje?

Guillermo Héctor Francella es, sino el más, uno de los mejores actores de comedia de América Latina. Su historial en cine, televisión y teatro es abundante, premiada y exitosa no solo en Argentina, su país de origen, sino en muchos países, donde el rostro tan expresivo de Francella ya es una marca registrada y reconocible. Los argentinos suelen decir del él: "ahí está Francella haciendo otra vez de Francella", y ¿la verdad?, se agradece, porque el carisma y la gracia de este actor pocas veces se encuentra en la pantalla.

Su última aparición es en la serie de televisión "El encargado", recientemente estrenada en Star+, una comedia en once capítulos cortos (media hora) que sin duda usted verá de un tirón.

En ella Francella interpreta a Eliseo, el encargado (o conserje) de un edificio de clase media alta en un barrio de Buenos Aires. Eliseo lleva treinta años trabajando de conserje en ese edificio y conoce al dedillo la vida de todos sus habitantes. Se ve a sí mismo como el capitán de un barco y a los residentes como sus pasajeros. Él lleva el timón, siempre con una sonrisa y un comentario simpático a flor de labios, aunque tiene una asombrosa capacidad de cambiar de semblante cuando nadie lo ve. Eliseo es lo que llamaríamos un "dos caras", aunque no es del todo siniestro: hará el bien en la medida que no lo perjudiquen a él.

Su tranquila vida, que condimenta con algunos pitutos y "cortes de cola" por aquí por allá, se pone patas arriba cuando la administración del edificio decide construir una piscina en la terraza. Esto implica: 1) que la casita que Eliseo habita en la azotea como parte de su trabajo será demolida y 2) que el edificio prescindirá de sus servicios para abaratar costos.

Entonces, Eliseo comienza a urdir un plan para "convencer" uno a uno a los habitantes del edificio de que voten en contra del proyecto, para lo cual recurre a algunas siniestras artimañas.

"El encargado" es una deliciosa comedia negra, tejida con asombroso buen ritmo y una trama más sólida que muchas películas que hoy se llenan de palmeras. Simple pero coherente, divertida y adictiva. Sin duda el peso dramático se lo lleva Francella en su rol de conserje a toda prueba, que enfrenta la adversidad con una sonrisa de lado a lado, mientras mastica la rabia. Lo genial del personaje es que no es ningún villano -de hecho, ayuda a la gente más humilde, a costa de los ricos que viven en el edificio- ni tampoco un héroe, sino un sujeto que se enfrenta al sistema con sus propias armas truchas. Su antagonista resulta también notable en su antipatía: el presidente de la comunidad del edificio es un abogado insoportable, arrogante, egoísta y mal educado, que representa en sí mismo todo lo que está mal en la sociedad.

Reserve unas horas este fin de semana y vea "El encargado", no se arrepentirá.