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Familia de mujer acusa negligencias en Hospital de Quilpué

Paciente estuvo internada, en primera instancia, 18 días en el recinto asistencial para luego ser derivada a hospitalización domiciliaria. Madre asegura que antes podía caminar y que hoy no puede valerse por sí sola.
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Mirian Mondaca Herrera - La Estrella de Valparaíso

Antes de enero de 2019 Katherine Verdugo Marín, de 38 años, desarrollaba sus actividades cotidianas como de costumbre, con el respaldo constante de su madre debido a la deficiencia mental, trastorno conductual y mutismo, pero era funcional. No obstante, ese mes marcó un antes y un después para ella y su progenitora, Eliana Marín Herrera.

El 13 de enero de aquel año, Katherine fue ingresada al Hospital de Quilpué debido a una deshidratación severa, como consecuencia a una negativa a la ingesta de alimentos y líquidos. En aquel recinto de salud estuvo internada hasta fines de ese mes, para luego ser derivada a hospitalización domiciliaria.

Fue precisamente en ese período de 18 días que estuvo internada que se habrían presentado una serie de irregularidades, según acusa la mujer. En primera instancia, Eliana Marín afirma que a su hija solo se le habrían suministrado medicamentos generales, sin realizar exámenes en profundidad.

Durante su permanencia en el hospital, agregó su madre, Katherine desarrolló hongos en distintas partes del cuerpo, los cuales le causaban fiebre y fuertes agitaciones. También, en una de sus visitas, notó que su hija había sido amarrada de piernas y brazos, y que estaba con la cara inflamada y de color morado.

En ese entonces, señala, la respuesta del hospital fue que se trataba de una reacción a algunos medicamentos lo que no la dejó satisfecha. Sus dudas se acrecentaron al notar que además presentaba otras lesiones en su espalda y coxis.

Al notar el estado en que estaba su hija, Eliana decidió reclamar al considerar que aquello constituía maltrato o agresión. Entonces, dice, "la reacción del recinto asistencial fue enviar a mi hija a la casa para hospitalización domiciliaria. Cuando la fui a retirar, me di cuenta que no caminaba y al más mínimo intento se caía. El médico de turno me dijo que tal vez había sido por un prolongado tiempo amarrada y que debía contratar a un kinesiólogo para su recuperación".

El estado de salud de Katherine se complicó aún más, ya que luego tuvo severos cuadros febriles, infecciones y hasta neumonía por aspiración, afección que obligó a hospitalizarla otra vez para ser intervenida quirúrgicamente. Tras cerca de tres meses, el hospital recién diagnosticó a su hija con meningitis y ordenó una serie de exámenes y una resonancia magnética. Finalmente, Katherine presentó neumonía, úlceras e infecciones en las vías respiratorias.

Actualmente Katherine está postrada, algo absolutamente distinto previo a que fuera hospitalizada. Antes desarrollaba "una vida con naturalidad y a mí me permitía trabajar. Hoy es otra persona. Está absolutamente limitada, tiene grandes dolores, que la aquejan día y noche, y que obligan a mantenerla constantemente medicada", enfatiza Eliana.

Ante esta situación, Eliana buscó asesoría legal e interpuso una demanda por indemnización de perjuicios en contra del Hospital de Quilpué y el Servicio de Salud Viña del Mar Quillota.

"Lo que buscamos con la demanda interpuesta, es que se resarzan todos los daños, tanto físicos como morales, que se le han ocasionado por el actuar deficiente y mal funcionamiento del Servicio. Lo anterior amparados en el artículo 38 de la Ley N.º 19.966 que establece la responsabilidad de los órganos de la Administración del Estado en materia sanitaria", aclara el abogado Álvaro Arias.

La demanda presentada considera daño emergente y lucro cesante.

A través de una declaración, desde el Hospital de Quilpué se limitaron a señalar: "Se trata de un asunto judicializado en el cual el Hospital de Quilpué, de la Red del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota, entregará todos los antecedentes correspondientes en el proceso, para colaborar eficazmente con la administración de justicia".

INDH en Quintero-Puchuncaví: "Medición de niveles es casi nula"

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A 4 años de los episodios de contaminación en Quintero y Puchuncaví, hasta ahora se desconocen las sustancias que afectaron a más de un millar de personas y tampoco se ha instalado un sistema de medición general que alerte de nuevos episodios. Estas son algunas de las conclusiones preliminares de la Misión de Observación que efectuó el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) en la visita que realizó a la zona entre el 23 y al 27 de enero, a fin de verificar el avance de las recomendaciones que realizó en un informe de 2018.

El mismo año, el INDH junto a otros 11 recurrentes presentó un recurso de protección, que en un fallo histórico de 2019 fue acogido por la Corte Suprema, que dispuso que la autoridad sectorial debía efectuar a la brevedad los estudios para establecer el método más idóneo y adecuado para identificar los gases, elementos o compuestos producidos por todas y cada una de las fuentes presentes en la bahía. Una vez evacuado este estudio, la autoridad debía evaluar, la procedencia de instalar filtros o dispositivos que permitan identificar y medir los compuestos o elementos directamente en la fuente. Sin embargo, esto no se ha cumplido.

La directora nacional, Consuelo Contreras, al cierre de la misión concluyó que "en materia de medición de niveles de contaminación se ha avanzado de manera débil. Casi nula. No existe. Si bien las empresas tienen sistemas de medición particulares, no hay un sistema de medición global, que nos permita decir cuánto es la sumatoria que está afectando a la población. Por lo tanto, ahí el avance ha sido muy débil.", recordó en cuanto a una de las principales recomendaciones formuladas en 2018. "La población de Quintero - Puchuncaví tiene el mismo derecho que Santiago de saber cuáles son los días de mayor contaminación", dijo.