Galería Bahía Utópica cumple 15 años promoviendo arte porteño
El espacio de cerro Concepción, que tiene una extensión con Sala Galia, prepara una segunda exposición de Mon Laferte y muestras de nuevas tendencias del arte contemporáneo.
Marcelo Macellari - La Estrella de Valparaíso
La galería de arte Bahía Utópica de Valparaíso celebra 15 años de existencia y sus gestores, la pareja conformada por Nancy Arancibia y Bertrand Coustou, señalan que "tan importantes como estos 15 años de historia son los 15 años que vendrán", mientras alistan su calendario 2023, el cual incluye una nueva exposición de pinturas de Mon Laferte tras su exitoso debut en febrero de 2021 en este mismo espacio del cerro Concepción con la muestra "Procesión" y una exhibición colectiva encabezada por el muralista Giova.
"Mon Laferte fue un fenómeno -afirma la directora de este espacio, Nancy Arancibia-, inesperado para nosotros, que hizo conocida la galería a nivel nacional e internacional y trajo gente que nunca nos había visitado. Estamos preparando una nueva muestra con ella y ya tenemos la obra, así que hay que definir la fecha, lo mismo que otras exposiciones colectivas que estamos preparando, centradas en nuevas tendencias".
Pasado, presente y futuro se conjugan en esta galería de arte contemporáneo que, desde el año 2007, difunde de manera profesional la producción de artistas chilenos y extranjeros residentes en Valparaíso, quienes desarrollan técnicas como pintura, grabado y escultura, con una propuesta visual que transita entre la crítica, el surrealismo, lo urbano, la ironía y el pop.
La dupla de galeristas destaca que el fuerte de Bahía Utópica es su catálogo, que incluye nombres como Loro Coirón, Gonzalo Ilabaca, Mon Laferte, JP Neira, Salvador Amenábar, Lobsang Durney, Tatiana Zentsova, Edwin Rojas, Giancarlo Bertini, Álvaro Miranda, Pablo Villegas, Cristián Castillo, Mauro Basáez y Danila Ilabaca, entre otros.
Nace una utopía
El fotógrafo Bertrand Coustou llegó a Valparaíso en 2005, con el ánimo de conocer una ciudad de la que había escuchado tanto. Decidió quedarse y al año siguiente, cuando ya tenía la idea de un proyecto cultural en mente, conoció a Nancy Arancibia. "Al principio -relata- iba a hacer un programa de televisión, pero comencé a conocer a artistas visuales y el camino nos llevó a Bahía Utópica".
Nancy Arancibia, quien se dedicaba a la producción de eventos artísticos, cuenta que "empezamos a vincularnos con pintores, grabadores y escultores de la región. Bertrand venía con su ojo completamente europeo y se pudo dar cuenta de que aquí había artistas de un nivel muy alto. Él me invita a que trabajemos juntos, pero inicialmente venía con otro proyecto, que era la Casa del Escritor, una residencia para escritores".
"Sin embargo -agrega el fotógrafo francés- nos vinculamos más con artistas visuales que con escritores. Y para conocer más del trabajo de los pintores, grabadores o escultores, los empezamos a visitar a sus talleres o sus casas, descubriendo que había mucho talento, pero no existía un lugar, abierto al público, para apreciar sus obras. Si tú no conocías a alguien que a su vez conocía a determinado artista, muchos de ellos muy famosos como Gonzalo Ilabaca o Loro Coirón, no podías visitar su taller y conocer su arte. Era todo muy informal y nuestro objetivo era profesionalizar esta relación entre artista y público, que era algo que en Valparaíso no existía".
Así fue como Bahía Utópica, cuyo nombre remite a la idea de concretar el sueño de tener un espacio para el arte local.
Partió en 2007 como una productora de eventos de arte. "Unimos nuestros dos conocimientos -detalla la galerista-. Bertrand tenía mucho conocimiento sobre arte y yo, como productora, manejaba el tema de la venta. Debo reconocer que al principio fuimos criticados por plantearnos como una productora y luego una galería comercial. Sin embargo, de a poco los artistas fueron entendiendo que vender su arte era una forma de avanzar por la vida y seguir creando. Trabajamos, por ejemplo, durante siete años con hoteles, donde decorábamos con obras de nuestros artistas, las cuales lográbamos vender. Y así trajimos a la galería ese público que había comprado las obras".
"Mediábamos entre los artistas y los espacios -explica Coustou-, porque uno de los diagnósticos que hicimos es que los artistas tenían problemas para relacionarse con los lugares y viceversa, porque una exposición de arte no es solo la muestra, sino que implica elección de obras, embalaje, transporte, instalación y montaje, junto a la producción del evento inaugural y finalmente la venta".
En mayo de 2009 se instalan como galería en su actual ubicación de calle Almirante Montt y comienzan a reunir en su catálogo artistas de Valparaíso, pero también chilenos y extranjeros que se han enamorado de la ciudad y la han elegido como residencia e inspiración para su trabajo, como es el caso de Gonzalo Ilabaca, Loro Coirón o Tatiana Zentsova. "Hoy se escucha mucho hablar de que Valparaíso está mal -advierte Nancy Arancibia-, pero no hay que olvidar los aspectos positivos de la ciudad y uno de ello es que ha inspirado y seguirá inspirando a muchos creadores. Sin embargo, falta más apoyo para las artes visuales. Nosotros desde antes de la pandemia estamos llevando arte local a Francia. Partimos con cuatro artistas y hoy van once, pero no hemos tenido apoyo".