vecinos inconscientes

Un vecino de Playa Ancha nos escribe: "Todos sabemos lo que cuesta que la municipalidad considere a los diferentes sectores para pavimentación y arreglo de veredas y señaléticas. Afortunadamente varias calles de Playa Ancha bajo han sido beneficiadas, pero no faltan algunos vecinos sin respeto por el ornato y aseo que pareciera que no les agrada vivir en un lugar limpio e insisten en mantener algún sector con desechos de ramas de sus jardines, como lo señala la foto (República con Municipio), lo que por supuesto al camión del aseo no le corresponde retirar".

"Saludos al alcalde de Quintero, que les vaya bien con la contaminación" fue la indolente frase del propio alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, quien en uno más de sus desafortunados arrebatos ironizó con una problemática que por años ha afectado a las comunas de Quintero y Puchuncaví. La contaminación a la que se refiere la autoridad comunal ha dañado el ecosistema y, peor aún, ha perjudicado gravemente la calidad de vida de la población, adultos y niños. Por lo tanto, no se puede pasar por alto un desatino como este. Los porteños estamos cansados de la indolencia de Sharp. Su apatía y falta de respeto no solo la ha manifestado con comunas vecinas, sino que también con autoridades, con sus propios concejales, y peor aún, con los porteños, quienes finalmente son los que sufren y lamentan la situación actual decadente en la que tiene a Valparaíso. No queremos más arrogancia ni indiferencia, queremos una ciudad segura, limpia y atrayente.

Jaime Morales Otárola

Con el debido respeto que me merece la opinión del Sr. Jorge Valenzuela Araya, en Cartas al Director del 15 del presente y que se relaciona con proponer que se haga un Festival de la Canción u otro similar en la ciudad de Valparaíso, específicamente en el Parque Alejo Barrios, como una forma de atraer turistas nacionales y extranjeros, desearía preguntarle primero dónde tiene él su domicilio, ya que todos los vecinos que vivimos en el sector aledaño al parque Alejo Barrios todos los años tenemos que soportar los altos decibeles de la música de la ramadas que se instalan para fiestas patrias hasta altas horas de la madrugada, sin ningún respeto por los vecinos del sector por ruidos molestos y vulnerando el derecho a vivir en un ambiente libre de contaminación, en este caso acústica, como lo establece la Constitución Política del Estado. Por otra parte, cabe señalar que actualmente la situación general del país en cuanto a delincuencia se refiere no es la mejor y no se vislumbra a corto plazo una solución al respecto. Y tampoco olvidemos que esta ciudad puerto se ve altamente sobrepasada por el vandalismo producto del mal llamado acto cultural de los famosos mil tambores que nada positivo ha traído a Valparaíso, salvo basura, drogas, alcoholismo y destrucción del poco comercio establecido que va quedando. Es la opinión de uno de los tantos vecinos que vive a cinco cuadras del parque antes citado y que el ruido es ensordecedor.

Leopoldo Vásquez Morales