Los 150 años de historia de la Biblioteca Severin
El 27 de febrero de 1873 se creó la primera biblioteca pública de Valparaíso y su actual edificio fue financiado por el filántropo y político que le da nombre.
por Juan Guillermo Prado | ilustraciones de Néstor Flores Fica
Recaredo Santos Tornero, quien fuera director de El Mercurio de Valparaíso, en 1872 publicó en París la obra "Chile ilustrado", donde describe la historia, la geografía y la realidad que se vivía en aquel tiempo en el país. Sobre las bibliotecas, señala que en Santiago la más importante era la Biblioteca Nacional, luego la del Instituto Nacional, de la Universidad de Chile y diversas pertenecientes a históricos conventos. Valparaíso, a pesar de la importancia comercial y social que tenía en la época solo tenía una particular, cuyo propietario era el ciudadano argentino Gregorio Beéche.
Sin embargo, el 27 de febrero de 1873, por decreto supremo de Federico Errázuriz, Presidente de la República, y Abdón Cifuentes, ministro de Instrucción Pública, se creó la primera biblioteca pública del Puerto.
Para saber más sobre este centro cultural, que cumple mañana 150 años de existencia, entrevistamos al académico Rodrigo Moreno Jeria, director departamento de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad Adolfo Ibáñez, así como editor y coautor del libro "La biblioteca pública de Valparaíso Santiago Severin y Roberto Hernández", quien señaló: "En el siglo XIX, ante la ausencia de instituciones culturales como la Biblioteca Pública y las universidades, Valparaíso tenía carencias en el ámbito del desarrollo de la vida cultural. Era una ciudad pujante en lo comercial, dinámica, cosmopolita pero que requería la incorporación de aquella dimensión más humanística, intelectual, científica".
-¿Cuál era el estado de la educación en el puerto?
-La cultura se desarrollaba en el ámbito educativo. Por ejemplo, el colegio de los Sagrados Corazones, fundado en 1837, era un importante epicentro intelectual. Y lo mismo ocurrió con el colegio Seminario San Rafael, fundado en 1870. En ambos casos, la existencia de ricas bibliotecas se transformaron en referentes para la vida cultural porteña y a su alero nacieron con posterioridad semillas de creatividad artísticas y literarias. También hay que recordar la llegada de las religiosas de los Sagrados Corazones, quienes fundaron en 1838 una escuela gratuita para niñas y que hoy su institución continuadora es el Liceo Nuestra Señora de la Paz ubicado en Santa Inés y a las monjas inglesas quienes fundaron un colegio gratuito para niñas en 1870. Tampoco se debe dejar de mencionar los colegios de inmigrantes como el Mackay, llamado originalmente Artizan School, fundador en 1857, o el Deutsche Schule, también fundado ese mismo año. Por último, no debemos olvidar el Liceo de Valparaíso, posteriormente llamado Eduardo de la Barra fundado en 1862, otro hito cultural de la ciudad. Bajo el alero de aquellas instituciones, y que dispusieron de grandes profesores, es que se desarrollaba la vida porteña y fueron la incubadora del nacimiento de sociedades, y espacios de discusión. Además, estaba el mundo periodístico con El Mercurio de Valparaíso como eje central, o el diario La Unión, fundado en 1885, y prestigiosas editoriales como las del propio Mercurio o la del Comercio por citar algunas.
-¿Quiénes eran los intelectuales más destacados de la época en el puerto?
-José Santos Tornero fue clave en la historia intelectual de la ciudad. Él fundó la primera librería pública del país, "La Española", en 1840, y compró más tarde el diario e imprenta de El Mercurio. Su hijo Recadero también tuvo gran influencia cultural en Valparaíso. También en su condición de ciudad cosmopolita hubo otras figuras que vivieron en la ciudad en la década de 1840 como los argentinos Juan Bautista Alberdi y Félix Frías, que desde las tribunas del diario El Mercurio de Valparaíso, hicieron aportes importantes. Y también participaron como columnistas en el diario porteño figuras como Domingo Faustino Sarmiento entre otros. Y sería interminable la lista si sumamos a todos los artistas e intelectuales que arribaron a Chile por esta gran puerta que se llamaba Valparaíso, al modo de como el mismo Mauricio Rugendas lo representó en su célebre pintura conservada en el Palacio Baburizza. En la década de 1870 vemos una mayor presencia intelectual en la ciudad. Eduardo de la Barra, nombrado rector del liceo en 1877, es un muy buen ejemplo, lo mismo que Eduardo Poirier, gran escritor porteño y traductor de importantes obras europeas que se publicaban en El Mercurio. Ambos fueron amigos del gran poeta Rubén Darío quien vivió en Valparaíso y fue en esta ciudad donde publicó su obra "Azul" en 1888. Tampoco se puede dejar de mencionar al presbítero Mariano Casanova, rector del Seminario San Rafael, gran intelectual eclesiástico, que llegó años más tarde a ser Arzobispo de Santiago, o al profesor del colegio Mackay, desde 1874, el pintor Thomas Somercales.
-Se dice que el colegio de los Sagrados Corazones de Valparaíso es el segundo centro educacional católico más antiguo de Chile y Sudamérica, ¿qué influencia tuvo en este período?
-El colegio de los Sagrado Corazones de Valparaíso comienza a funcionar en 1837 en la ciudad puerto y para entonces era el primer establecimiento privado católico existente en el país. El famoso colegio de Chillán era, fundacionalmente, más antiguo, pero estaba en receso en aquel tiempo. Los llamados "padres franceses" se transformaron en un gran epicentro intelectual no solo por la calidad formativa de sus miembros sino porque tuvieron gran influencia en la elite porteña que se iba forjando a través del siglo. La biblioteca del colegio era una joya y fue tal la importancia de este centro educacional que allí se forjó el curso de leyes en 1894 que dio origen más tarde a la facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
-¿Qué tasas de analfabetismo existían en Valparaíso en ese momento?
-El analfabetismo en Valparaíso era muy alto como en el resto del país. Si bien la ciudad era pujante en los comercial e industrial, siempre estuvo marcada por graves problemas sociales y la pobreza era una cruda realidad. Por ello el analfabetismo era un grave problema a resolver. En un registro de mediados de siglo en el país una de cada siete personas sabía leer y más dramática era la estadística en cuanto a la proporción de los que no sabían escribir. Por lo anterior, la fundación de una biblioteca pública en 1873 era una necesidad urgente y que felizmente se concretó en Valparaíso, siendo, después de la Biblioteca Nacional de Santiago, la primera biblioteca pública al servicio de toda la comunidad.
-¿Por qué la biblioteca se llama Santiago Severin?
-Esta noble institución pasó a llamarse Santiago Severin gracias a la generosa donación realizada por el filántropo, empresario y político porteño quien, en 1912, a instancias de un célebre intelectual Roberto Hernández Cornejo, gran promotor de la que la ciudad tuviese un digno edificio para albergar la biblioteca, decidió financiar la construcción del actual sede. Esta obra monumental, aporte de los arquitectos Arnaldo Barison y Renato Schiavon, fue terminado en 1919 y cuando recién estaba en marcha blanca, falleció el generoso benefactor, por lo que el gobierno de Chile decretó tres días después de su muerte, el 20 de marzo de 1920, que la biblioteca pública llevara el nombre de Santiago Severin.