Esmeralda tiene más de 20 negocios cerrados y el comercio no prospera
El antiguo barrio comercial de Valparaíso yace en la sombra tras varios años de cortinas cerradas. Comerciantes apuntan a costos de arriendos.
Mauricio Toledo - La Estrella de Valparaíso
Cualquier atisbo de luz es bien recibido en calle Esmeralda, más si el frío se adhiere a las paredes del antiguo corazón comercial de Valparaíso. Por la mañana, el sol se asoma vistoso por el pasillo vehicular que forjan sus edificios, deslumbrando la majestuosidad de sus construcciones hasta que, nuevamente, vuelve a ponerse por detrás de las cornisas.
Desgraciadamente, si algo hoy resplandece por la luz natural no son sus edificios, sino sus más de 20 cortinas cerradas que, en llamados casi desesperados, buscan urgente algún arrendatario que invierta en el barrio.
Mientras las parejas se casan en el Registro Civil, los peatones pululan y la locomoción no toma ni deja pasajeros, Esmeralda yace en la fría sombra de lo que fue alguna vez: la calle de los sombreros, cafés exclusivos y gran abundancia económica.
En un trayecto de ida y vuelta, por ambas veredas, son 25 las cortinas cerradas que pueden separarse en dos grupos distintivos: las que se arriendan, siendo un total de 9; y las que no tienen ningún tipo de información, que son 16.
Por la acera izquierda, en dirección al Almendral y entre el Pasaje Ross y la esquina de Almirante Martínez, un solo local comercial se mantiene de pie: óptica Chadiz. Su dueño, Richard Campos, comenta la progresiva desaparición del comercio aledaño.
"Desde hace dos años, que es cuando llegamos, calle Esmeralda se observa así. Acá al lado estaba el Oxxo, que cerró luego de seis meses de llegados. Al otro lado hubo un café que estuvo tres meses y le fue mal, cerró. En frente estaba el café Euro y también cerró por falta de clientela. Creo que hay dos factores que influyen en estas situaciones: primero, poca seguridad, y lo otro es el precio de los arriendos", señala.
Arriendos caros
A los pies del cerro Concepción, Esmeralda bien sabe de altas inversiones aquitectónicas y comerciales, plasmadas, incluso, en construcciones contemporáneas como el edificio "acordeón" del Banco de Solidaridad Estudiantil y el de la Caja de Previsión de Empleados Municipales, adyacente al Registro Civil.
Richard Campos, de óptica Chadiz, añade que el costo de los arriendos, cercanos al millón de pesos, no responde al querer recuperar las antiguas memorias de Esmeralda.
"Para que se levante la calle hay dos factores que deben complementarse: la conciencia de los dueños de los locales, que deben entender que los arriendos no pueden escalar hasta que se repunte el sector; y segundo, poder conseguir algún tipo de subsidio para que comerciantes puedan abrir sus negocios en este sector", añade.
Para Richard, la solución a la catástrofe comercial en Esmeralda pasa por apoyo institucional. "Si se subsidiara un porcentaje a convenir del arriendo por al menos seis meses, podría levantarse la calle en conjunto. Para el invierno no queremos ni imaginar cómo seguirán las ventas, porque si oscurece más temprano, menos movimiento habrá. Nosotros estamos aquí luchando a diario contra la baja estabilidad", concluye.