Tengo la posibilidad de leer su periódico todos los días y deseo sumarme a la denuncia de señor diputado (Andrés Celis) en relación a la mala atención en la Farmacia CAE del hospital Dr. Gustavo Fricke, hecho que publicó el día 2 de marzo de 2023.

Deseo exponer una situación que me ocurrió el día 28 de febrero de 2023. Llegué a las 09:30 de la mañana, en taxi por el cual pago $4.000. Me acerco a la oficina que entrega números para la atención y después de rogar como tres veces a las señoritas orientadoras, quienes manejan a su antojo los números, me toca el N° 91. Entro a la sala donde está la farmacia y por lo menos habíamos aproximadamente 200 personas, que es lo que señala el diputado Celis.

Tengo movilidad reducida, uso bastón y estuve esperando sentada felizmente tres horas. Cuando me tocó mi turno me demoré dos minutos desde mi asiento a la ventanilla N°6 y la señorita me dio tres gritos y no me dio los remedios, me hacía gestos con los ojos y señalaba que no estaba atenta.

Me volví hacia la puerta, salió el químico farmacéutico, don Leslie, quien me indicó que hablara con las orientadoras.

Tengo que indicar que las personas que se desempeñan como orientadoras no son técnicos en salud, tampoco asistentes en todo lo relacionado con la atención de salud, son contratadas por una empresa de guardias que también presta servicios en el hospital.

No sé qué perfil tienen para contratar el personal para atender a los enfermos que acudimos a diversos trámites en el hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar.

Lástima que tengamos que aceptar muchas veces atención discriminatoria y no somos culpables de ser adultos mayores. Así es la vida, nosotros hoy y mañana ellas.

Retiro mensualmente remedios y, tal como dice el señor diputado, solo hay tres auxiliares de fármacos para atender a más de 400 personas que concurren diariamente. El profesional que organiza las tareas no es efectivo y la organización de las mismas es un desastre. Existe bastante personal donde están los fármacos y perfectamente debiera asignarle tareas.

Me dirigí a mi hogar sin los remedios. Llevo cuatro años en tratamiento y me quedan por lo menos cuatro años más, pues seré operada de las rodillas.

En el hospital, con un muy buen equipo, me operaron muy bien, una maravilla, bien atendida, médicos atentos, muy profesionales ,las enfermeras realizando sus tareas con verdadera preocupación y las TENs siempre prestando servicios al personal hospitalizado. Quiero expresar mi atención médica del Dr. Roz y sus asistentes, excelente en Traumatología en el CAE, con dedicación, amabilidad y personalizado.

Una usuaria

No seamos "cahuineros". Lo que hagan la señora Orsini, la señora Aranguiz o el señor Valdivia con su vida privada es cosa de ellos y no nos incumbe. Lo que no está bien es que una diputada de la república le pegue un telefonazo a una generala de la república para interceder por su amigo. Puede ser que no haya nada ilegal, porque hasta donde sabemos el futbolista ya estaba libre cuando ocurrió el telefonazo. Pero lo que no podemos negar es que ese acto es, a lo menos, poco ético. Porque, dígame usted: ¿tiene usted línea directa para llamar a un senador o a un diputado para que interceda en su nombre o lleve sus reclamos ante la más alta jerarquía de Carabineros? Me temo que la respuesta mayoritaria es no para el común de los chilenos. Es decir, aquí Valdivia tuvo un pituto y ese pituto, lamentablemente, se lo brindó una honorable congresista.

Iván Espinoza