Con un robo y motos circulando por la vereda iniciaron obras en Blanco
Local situado en medio de las faenas sufrió millonario robo. Ladrón trató de ingresar a negocios vecinos. "La noche aquí es tierra de nadie", aseguran.
Mauricio Toledo - La Estrella de Valparaíso
Auna semana del inicio del proyecto Serviu que busca ensanchar las veredas, invertir en estacionamientos y transformar por completo el rostro del centro quilpueíno en calle Blanco, las vallas de separación de las obras se han vuelto un instrumento idóneo para las fechorías de los delincuentes.
Con la berma principal dividida, ambas aceras se han transformado en angostos pasillos que por la noche, según cuentan los vecinos, tornan en una temible boca de lobo; poca luminosidad, sin vías de escape ni ningún patrullaje de carabineros o de guardias de la obra.
El domingo por la tarde, el Palacio de la Bolsa, local comercial ubicado justo en medio de los trabajos, sufrió un robo avaluado en más de un millón de pesos, en el que la valla facilitó a los delincuentes cometer el delito de forma casi imperceptible. Joana Martinez, dueña del local comercial, compartió su lamentable experiencia.
"Como cerraron aquí afuera tenemos que venir a descargar en la noche. Allí, mi marido vino a dejar la mercadería, se estacionó en la esquina, bien lejos del negocio, y ahí, nos dimos cuenta que nuestra puerta estaba abierta. Todo estaba desordenado, y abajo rompieron una plancha intentando entrar hacia el local que está al otro lado", detalló.
Joana, no sólo dio cuenta del robo, sino también del paso irregular de motociclistas que, faltando a las leyes de tránsito, atraviesan calle Blanco por las veredas y la obra misma en horarios nocturnos.
"Ahora la noche aquí es tierra de nadie. Las motos pasan veloces por fuera, en la obra y por la vereda, sin que alguien haga rondas de presencia. De hecho, estábamos descargando y las motos nos empiezan a tocar la bocina en la vereda. Se transformó en una pista de carreras sin luz, sin guardias y recién a una semana de que partieron los trabajos", agregó la comerciante.
Natalie Kaopmels, vecina de la única vivienda del sector en remodelación, dió cuenta del intento de forado que hizo el delincuento queriendo ingresar a su hogar, notando también el uso de la vereda como pista de motos.
"El local de los plásticos da por al lado a mi casa y el ladrón llegó hasta muy poco para entrar acá, y sí alcanzó a ver una habitación y casi entrar a otro local de al lado. Por acá fuera, están pasando muchas motos de los deliverys haciendo piques y el espacio no es grande, si es peatonal".
A esta primera semana de obra, Quilpué Unidos, la asociación de vecinos y locatarios que interpuso un recurso de protección para proteger la tala de los 76 árboles, compartió sus apreciaciones acerca de los primeros trabajos en Blanco. "Hasta el momento todo el proyecto ha sido un caos. Los transeúntes están complicados, no saben lo que está pasando, se suman ahora los robos a los locales, y les han pasado partes a los locatarios que han tenido que estacionarse en sectores no establecidos. Necesitamos compromiso real de las autoridades por la seguridad.