El perfil del "ladrón del papelito": vive con depresión y pérdidas económicas
Es ingeniero comercial y fue gerente de empresas. La pandemia y el confinamiento hicieron empeorar su salud mental lo que sumado a negocios fallidos, lo habrían llevado a cometer este ilícito, asegura su defensa.
Mirian Mondaca Herrera - La Estrella de Valparaíso
Desde el mismo día en el cual se conoció sobre el robo que afectó al Banco de Chile, ubicado en el interior del Portal El Belloto de Quilpué, el pasado 27 de febrero, llamó la atención el modus operandi de quien cometió este ilícito. Y es que tuvo una abismante diferencia con el común de los asaltos que ocurren en las entidades bancarias, ya que se concretó de manera silenciosa y con el uso de un papel para entregar indicaciones y realizar amenazas.
A esto se sumó el porte de un arma de fuego que nunca fue alzada por el sujeto y que siempre mantuvo entre sus ropas.Pero eso no fue todo, porque para finalizar ese atípico robo, el acusado abandonó el banco caminando, aparentando ser un cliente.
Lo bien vestido que el sujeto llegó hasta el banco y también su cuidado lenguaje llamó también la atención de las víctimas. Claro está, no era cualquier ladrón, lo que quedó en evidencia una semana después, tras la detención y formalización del único imputado por este hecho.
Durante la audiencia de formalización, en la cual la magistrado Paula Millón Lorens dejó en prisión preventiva al imputado, su defensa argumentó que lo sucedido se trataba de una conducta atípica en su representado, por lo que rebatió la imposición de aquella medida cautelar. No obstante aquello y que se trataba de un hombre con irreprochable conducta anterior hasta ese momento, de igual forma quedó privado de libertad, por lo que su abogado Luis Gálvez adelantó a La Estrella que apelará a la medida en las próximas horas.
Pero, ¿qué pudo llevar a que un hombre que nunca tuvo problemas con la ley ingresara armado a una sucursal bancaria para robar? Luis Gálvez entrega algunos antecedentes del perfil de su defendido y las circunstancias previas y posteriores a la comisión del delito.
En el momento de cometer el robo, el imputado estaba en tratamiento y recibiendo medicación por una depresión por la que estaría atravesando, indicó el abogado, quien expuso además que cuenta con documentación médica que así lo acredita. "Este es un hecho muy inusual, algo aislado. No tiene explicación desde su entorno, toda la familia, todo el mundo está sorprendido porqué ocurrió esto", comenta el jurista, quien además confirmó que el ingeniero comercial incluso se ha desempeñado como gerente de empresas en la zona.
De acuerdo a lo expuesto por Gálvez, pese a estar con tratamiento, el confinamiento y la pandemia hicieron que la depresión se agudizara. A esto se sumaron problemas laborales, que tienen que ver con "proyectos en los que en definitiva él invierte unas platas de unas indemnizaciones laborales y que fallaron", aseguró el abogado lo que habría llevado a que tuviese una "crisis" de su estado emocional.
Tras el robo, según su versión, el hombre se habría arrepentido y pensó en devolver el dinero, pero no supo cómo reaccionar. Después de una semana volvió a la bodega donde escondió el dinero con el fin de contarlo, momento en que fue detenido. Durante todos esos días no habría concurrido al lugar porque habría estado con COVID, aseguró el defensor, antecedentes que espera exponer en la apelación a la medida cautelar.
Lo cierto es que en la bodega fue hallada una cantidad menor de dinero a la que el banco informó como sustraído. Se trata de una diferencia cercana a los $40 millones. El abogado del imputado asegura que no fueron gastados. ¿Dónde está ese dinero? La investigación lo determinará.
55 años, tiene el imputado, que tenía una importadora y comercializadora de ropa táctica y deportiva.