¿Parived, es vidente o mago?

Según la RAE (Real Academia Española)...Vidente es una persona que pretende ver el futuro...

Mago es una persona que busca producir resultados contrarios a las leyes naturales, valiéndose de ciertos actos o palabras... (Por ejemplo hacer desaparecer cosas).

Para muchos queda muy claro que no es vidente, ya que no pudo "predecir" lo que le ocurriría si entraba al negocio de relojes de alta gama, al negocio de las minas y tampoco "vio" los "tropezones laborales y financieros" que le provocaría a su pareja Tonka Tomicic...

¿Y es mago?

Veamos, aunque oficialmente, a la fecha, no hay pruebas que sea mago, pero una periodista que participaba en un matinal de TV (Chilevisión), apuntó que sí era mago (sic.), y daba como prueba, la magia con que hizo desaparecer el dinero de Tonka...

Juzgue usted...

Luis Enrique Soler Milla

Casualmente tuve acceso a videos de Karolina Protsenko, una joven ucraniana de catorce años y virtuosa del violín. Básicamente su fama se ha desarrollado por sus actuaciones en vivo en las calles de los Estados Unidos, pero que se ha extendido a gran parte de Europa. Me permito sugerir que vean sus videos, particularmente los padres y hagan partícipes de ellos a sus hijos para incentivarlos a comprobar que hay otras alternativas de desarrollo que les pueden permitir cambiar la rutina diaria y entregar grandes satisfacciones de una manera sana y entretenida.

Jorge Valenzuela Araya

He vivido toda mi vida en Valparaíso y a mis 72 años puedo decir que nunca antes vi a mi puerto más deteriorado que ahora. Puede que en décadas pasadas no tuviéramos tantos adelantos, incluso no contáramos con grandes edificaciones ni centros comerciales, incluso el pavimento en las calles fuera un lujo de pocos, sin embargo, existía un respeto por la ciudad, por sus espacios públicos y sobre todo, por sus habitantes. De eso hoy ni la sombra. Basta con recorrer algunas tradicionales avenidas, como Pedro Montt, donde el comercio ilegal tiene el desparpajo de instalarse y utilizar de colgadores las rejas del mismísimo Congreso Nacional. Ni hablar de la calle Uruguay, donde hay que pedir permiso y persignarse para salir invicto de algún robo... Condell y Esmeralda simplemente me rompen el corazón. Ojo que esto no es solo culpa de las autoridades actuales y pasadas, también lo es de los propios porteños que han dejado que su ciudad sea pisoteada como si mereciera el desprecio de quienes osan tratarla de esta manera.

Héctor Elgueta