Crímenes nórdicos

Los fanáticos del llamado "noir escandinavo" o "noir nórdico" no se pueden quejar: las plataformas tienen abundantes series que adscriben a este subgénero, de gran potencia tanto en la literatura como en la televisión. Y una de sus producciones más notables es la serie finlandesa "Karppi" (en inglés, "Deadwind", o "viento de muerte"), que estrenó hace poco su tercera temporada (aparentemente la última).

Ambientada en la fría Helsinki, la serie tiene como protagonista a Sofia Karppi, una aguda detective que enviudó recientemente, quedando a cargo de dos hijos. Karppi es una vuelta del clásico "detective maldito" del género: es fría como el paisaje, carga con la duda sobre la inexplicada muerte de su esposo, lidia con sus hijos para los que apenas tiene tiempo -pues su trabajo es su pasión-, tiene problemas para obedecer y su intuición para entender la mente criminal es sublime. Su apariencia no cambia a lo largo de la serie: siempre aparece con su larga melena rubia desgreñada, vestida con su parka y un chaleco, pero ese look desarreglado solo acentúa su belleza vikinga, así como su gélida forma de ser deja entrever, a veces, su lado emocional.

Su compañero es un detective más novato, Sakari Nurmi, un policía tan agudo como ella pero su opuesto en apariencia y carácter. La química entre ambos se extiende por toda la serie, pero afortunadamente no cae en el error de desviar la atención hacia el romance.

Como todo policial nórdico, acá nos encontramos con crímenes fuera de lo común pero también con los lazos con el poder. En la primera temporada, los crímenes rodean a una empresa de energía eólica; en la segunda, a una alcaldía y una constructora; y en la tercera, a una empresa farmacéutica. En ese último ciclo, se trata de un asesino serial ritual, que deja un extraño símbolo en cada una de sus víctimas, cuyas muertes son delicadamente escenificadas. Todas están conectadas a través de una empresa farmacéutica que prueba un fármaco contra la drogadicción, pero Karppi y Nurmi descubren otra trama detrás.

En este temporada, además, Karppi se enfrenta a las pistas desconocidas sobre la muerte de su esposo y debe lidiar con la difícil relación con sus hijos y también con su compañero Nurmi, de quien se ha distanciado desde la temporada anterior. Además, llega una nueva jefa a la estación de policía -una rubia de pelo liso y bien peinado, el reverso de ella-, que no acepta el particular estilo de trabajo de la Karppi.

Lo atractivo de los personajes, la complejidad de los crímenes, el trasfondo del poder político y el viento helado del norte, son elementos que hacen de "Karppi" un imperdible.