Familiares de conductor de aplicación asesinado exigen justicia y nueva ley
En memoria del joven Francisco Martínez Quelopana, apuñalado por desconocidos mientras trabajaba en Quillota, buscan también que se establezca una normativa que respalde a estos conductores.
Mirian Mondaca Herrera - La Estrella de Valparaíso
En medio de la oscuridad de la madrugada quillotana del pasado sábado, con solo 28 años, Francisco Nicolás Martínez Quelopana se encontró de frente con la muerte mientras trabajaba como conductor de aplicaciones. Aquella jornada, simulando ser pasajero, un desconocido lo habría apuñalado para luego escapar de dejarlo morir en el mismo vehículo que tantas veces recorrió las calles de la comuna y alrededores.
Tras darle su último adiós en el Cementerio del Cerro Mayaca, ahora el foco de la familia está en encontrar al responsable y, junto con eso, impulsar que los colegas del joven que seguirán recorriendo las calles del país lo hagan en un ambiente un poco menos violento. Es por eso que, la prima de Francisco, Giovanna Quelopana, se apresura en remarcar: "Queremos justicia, que den con el autor del homicidio de mi primo y y también lograr en memoria de mi primito que haya una ley que respalde a quienes trabajaban honradamente en estas aplicaciones".
La madrugada del pasado sábado fue la más oscura que hayan tenido como familia y, de solo recordar lo sucedido aflora la pena y la impotencia. "El desgraciado solicitó a mi primo y a pocas cuadras de haberlo solicitado, lo atacó. Hay un testigo que vio que alguien salió huyendo, se percató del hecho, se asomó al auto de mi primo y vio que lo habían atacado", comenta sobre los antecedentes que maneja sobre aquella jornada.
Pese al dolor, los familiares del joven no se olvidan de otros conductores de aplicaciones que han sido víctimas de la delincuencia. Es por eso que señalan que esperan que al visibilizar lo ocurrido en Quillota "se haga justicia también por todas esas personas que quedaron los casos archivados".
Al igual que Giovanna, existen más voces que creen que es necesario que los conductores de aplicaciones tengan mayor protección a la nota de trabajar, pese a que no ser una actividad regulada hasta ahora. Uno de ellos es Tomás Romero, fundador de Drivers V Región, quien confirma que en el último tiempo ha habido un aumento considerable de robos y de asaltos a conductores de aplicaciones por sujetos que se hacen pasar por pasajeros. En el caso del joven de Quillota, según comenta su prima, el homicida habría sustraído dinero de su billetera.
Romero lamenta que en la actualidad no exista una ley que realmente castigue a los delincuentes por un eventual asalto en el cual causen daño o la muerte a un conductor de aplicación. "Hoy día lo que tienen que hacer es lo mismo que están haciendo las policías, que tipifica el delito al conductor de aplicaciones como un delito focalizado. Hoy día somos víctimas de la delincuencia. El delincuente sabe que asaltar a un conductor de aplicaciones es más fácil. No hay medidas de seguridad de las propias aplicaciones, de parte de las empresas. Las medidas de seguridad son totalmente ineficientes", enfatizó.
En relación a los ilícitos contra los conductores de aplicación, el jefe de la Brigada Investigadora de Robos (Biro) de la PDI Valparaíso, subprefecto Pablo Cuadra, confirmó que desde la implementación o masificación del uso de aplicaciones para transporte en Chile, existe una tendencia al alta en distintas modalidades de robo en contra de los conductores y también pasajeros, a nivel regional y nacional.
Cuadra detalló que "la particularidad en este tipo de delitos es que si bien existe un vínculo entre la persona que solicita el transporte y el conductor, en la mayoría de los casos los delincuentes entregan información errónea y han aprendido como vulnerar el sistema, como por ejemplo crean una cuenta de usuario con una identidad y fotografía falsa, con la cual solicitan los viajes, por tanto una vez que cometen los robos y se inicia la investigación, al verificar por la persona de la cuenta, nos percatamos que no existe o fueron suplantados, sumado a que no todas las aplicaciones mantienen los mismos filtros de seguridad, como fotografías, verificación por número de cédula, etcetera".
De esta forma, no es errado sostener que existe una evolución en estos delitos, ya sea por la integración de mecanismos de seguridad por parte de las aplicaciones o por técnicas probadas por los delincuentes donde cada vez dejan menos evidencia rastreable para las policías.