Neo Bolaño

Debo confesar que me asustan las películas o las novelas que vienen precedidas de un gran cartel. Cuando los críticos y sus medios erigen a cierta obra como "imperdible", "fabulosa" o "fuera de serie", mis antenas se ponen en alerta y me indican que tanto elogio desmesurado puede ser la exageración propia de un producto determinado por sus circunstancias políticas.

"La más recóndita memoria de los hombres" de Mohamed MBougar Sarr es catalogada como una novela bolañesca, exuberante y audaz, de hecho, el crítico Sabino Méndez dijo sobre ella: "Hagan algo con sus vidas y lean a Sarr". Tanto halago me descolocó, me paró las antenas, me hizo entrar en sus páginas con un miedo feroz, podíamos estar ante una nueva venta de humo respaldada por la oficialidad de los medios.

T. C Elimane fue un escritor de la década del 30 al que apodaron el "Rimbaud de África" (catacresis en su máxima expresión). Publicó El laberinto de lo infrahumano bajo estrictas medidas de seguridad que conservaban su identidad, siendo sus editores los únicos que conocían las razones de tal ocultamiento. Algunos críticos literarios catalogaron su obra como un plagio de tribus senegalesas; otros -racismo mediante- dijeron que estaban frente a una obra mayor que no podría haber escrito una persona de raza negra; y otros lo vieron como un escritor sórdido, violento y degenerado que narraba desde la barbarie de las colonias.

Han pasado varias décadas desde la desaparición de Elimane, y el joven escritor Diégane Faye -desde el siglo XXI- decide ir en su búsqueda. Para ello, le presenta la historia a sus amigos, parejas sexuales y compañeros de departamento. Si bien el interés no es unánime, sí hay un grupo que se interesa en una vida llena de interrogantes tan íntimas como públicas.

Sin duda la novela es una reescritura de los Detectives salvajes. Sarr toma el texto de Bolaño (la plantilla de la novela) y monta una historia similar: la búsqueda de un escritor perdido, un manuscrito maldito, un grupo de amigos a los que les gusta leer poesía (redes sociales mediante), mofas a la tradición literaria (el canon expuesto) y revistas literarias que se extinguieron poco después de su publicación.

Una de las mujeres claves en la historia es Siga D. La escritora y estriper senegalesa también se obsesionó con Elimane. Después de idas y vueltas que la llevaron, entre pérdidas y suicidios, de Holanda a Buenos Aires, decidió olvidar su búsqueda y entregarle la posta a Diégane Faye.

La novela funciona como una caja de muñecas rusas. Cada historia trae una historia interior que a su vez se solidifica en otra historia interior. En este juego de espejos literarios se reproducen anillos que necesitan de un lector perspicaz que entienda cada uno de los hilos temporales y narrativos.

"La más recóndita memoria de los hombres" es una de las mejores novelas del siglo XXI.