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Masivo último adiós a la suboficial Olivares, "una heroína que lo dio todo"

Rita Olivares fue ascendida de forma póstuma y la Tenencia El Belloto llevará su nombre. El funeral estuvo marcado por sentidas palabras de sus cercanos, mientras que la ceremonia por las pifias ante la llegada del Presidente.
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Belén Velásquez - La Estrella de Valparaíso

Entre balas de salva disparadas por puras carabineras, el coro y el orfeón de Carabineros, pasillos conformados por puras uniformadas y cientos de ciudadanos comunes que llegaron hasta el parque El Sendero de Quilpué, fue despedida la sargento Rita Olivares, quien fue ascendida de manera póstuma a suboficial mayor, el máximo grado que permite su escalafón.

"Era una heroína que lo dio todo", dijo acongojado Benjamín, uno de los hijos de la funcionaria, quien la recordó como "humilde, irremplazable y dedicada" y como quien "siempre puso a otras personas antes que a ella".

"Le encantaba tanto su trabajo... siempre quiso ser carabinera aunque nunca tuvo tanto el apoyo de su familia al querer entrar a la institución, pero era su sueño", dijo el primogénito de la ahora suboficial Olivares, quien no dejó de referirse a los imputados del crimen de su madre: "ellos ni siquiera, quizás, sienten remordimiento por lo que hicieron... De aquí a que haya un cambio va a pasar mucho, por eso me da rabia porque va a a seguir pasando... se nos fueron dos (carabineros) en un mes".

"Me la arrebataron"

La suboficial, agregó Benjamín, "va a ser irremplazable para mí, pero hay que sacar fuerzas de donde uno no tiene y seguir adelante. Me hubiese gustado mucho tenerla a mi lado para que viera mis logros, pero se me fue, me la arrebató un desgraciado".

"Todavía ni sé quien fue el asesino... Algunos me dicen que fue un tal Edward Fuenzalida Leiva, otros me dicen que no fue él, pero qué saco con calentarme la cabeza si nadie me la va a traer de vuelta", dijo emocionado el joven.

Finalmente, el hijo mayor de la nueva mártir de Carabineros sostuvo que "ojalá los carabineros tengan más libertad de ocupar su arma de servicio para defenderse. En el estallido social no fueron muy apoyados y la gente se está dando cuenta y eso se agradece mucho".

A las palabras de Benjamín se sumaron las de Luis Tapia, pareja desde hace 7 años de la suboficial. Junto con relatar que todo ese periodo "fue muy lindo", el hombre confesó que "cada día me enamoraba más de ella, era una tremenda mujer (...), me enseñó a amar de nuevo y ahora me quedé solo", expresó entre lágrimas.

Otra de las personas que tocó las fibras más profundas de los asistentes fue la sargento 1° Alida Missene, la mejor amiga de Olivares y quien además fue compañera de curso en la Escuela de Formación Policial.

Missene recordó anécdotas de cuando ambas eran unas veinteañeras carabineras y afirmó que "esas 90 mujeres estamos llorando tu partida, nunca imaginamos que nuestra nueva mártir sería una de nosotras. Rendir la vida si fuese necesario son palabras que son mucho más que una promesa de servicio, transformándose en una prueba irrefutable de tu honor y valentía", leyó la emocionada uniformada, conmoviendo a los presentes.

Pero la jornada no estuvo exenta de polémicas, pues más temprano la ceremonia religiosa -llevada a cabo en Villa Alemana- contó con la presencia del Presidente Gabriel Boric y la ministra del Interior, Carolina Tohá, quienes llegaron hasta la iglesia Asamblea de Dios siendo recibidos entre fuertes pifias, abucheos y gritos de rechazo por parte de la comunidad que se agolpó en el exterior del templo evangélico para despedir a la mártir 1.232 de Carabineros.

En el culto, Boric acompañó a la familia de la suboficial Olivares, incluyendo a su hijo Benjamín, quien posteriormente -en sus palabras ofrecidas en el cementerio- manifestó dudar del desempeño del Mandatario.

"Por favor, que el Presidente Boric tome la iniciativa y se haga cargo... Ojalá se ponga los pantalones para que quizás la gente diga alguna vez 'Boric fue un buen Presidente', pero yo no le creo mucho", declaró el joven.

En la ceremonia religiosa el general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, también dirigió a los presentes unas sentidas palabras, enumerando a cerca de una decena de carabineros que durante los últimos años han fallecidos en actos de servicio, nombrando -por ejemplo- al cabo Salazar, quien hace menos de dos semanas murió en la región del Biobio luego de ser atropellado intencionalmente en medio de un procedimiento policial.

"Reconozco que no ha sido fácil, porque no es fácil tener que despedir a dos carabineros en solo 12 días. No hay tolerancia para esta impotencia y rabia que siento en estos momentos. ¿Qué está pasando? ¿Hasta cuándo debemos doblegarnos ante el dolor?" manifestó el máximo oficial de Carabineros.

"Hay que reflexionar sobre la realidad que estamos enfrentando. Como general director, como carabinero, haré todas las gestiones que deba hacer con el fin de hacer de Carabineros una institución más policial, más presente y más cercana, pero al mismo tiempo, en mi rol como carabinero a cargo de esta institución, estaré en todas las instancias para contar con más herramientas y normativas que permitan a mis carabineros hacer su trabajo en forma tranquila y segura. Son muchos los actores que debemos estar y trabajar unidos para combatir la delincuencia y ninguno puede restarse", finalizó el general Yáñez.