"No logramos saber aún qué respiramos (...) y los niños siguen cayendo como moscas"
Con cinco episodios de intoxicación en solo dos semanas, en Quintero la situación se ha vuelto crítica. Ambientalista Katta Alonso apunta al gran problema de la bahía: no están claros los contaminantes presentes en el aire. Un nuevo sistema de detección y medición está en marcha.
Camila Rojas Vargas - La Estrella de Valparaíso
Cinco episodios de contaminación del aire afectaron a los habitantes de Quintero-Puchuncaví en el mes de marzo (tres de ellos en días consecutivos de la semana pasada), los cuales causaron síntomas y malestares principalmente en niños, niñas, docentes y personal de establecimientos educativos.
En efecto, los días 17, 23, 29, 30 y 31 del mes fueron atendidas por los equipos de salud cerca de 280 personas que presentaron cefaleas, mareos, ardor de ojos, garganta y náuseas.
Se suele hablar de la contaminación atmosférica del territorio y de condiciones ambientales dañinas para la población producto de las emanaciones de las empresas que allí operan, pero no hay un registro concreto sobre los componentes exactos que están suspendidos en el aire. Katta Alonso, vocera de la agrupación Mujeres en Zona de Sacrificio, indica que al no contar con una respuesta certera sobre cuáles serían los componentes, las autoridades deberían instaurar un sistema de alerta sanitaria para la comuna.
"Nosotros no podemos funcionar sin una alerta sanitaria. Aunque deje de funcionar Codelco y las termoeléctricas, igual se nos están intoxicando los niños porque todas las empresas emiten compuestos que no están declarados y que son un peligro. No logramos saber aún qué respiramos y eso viene desde las últimas intoxicaciones del 2018 en que ganamos ante la Corte Suprema, por lo que deberíamos saber hace mucho tiempo qué hay. Sentimos una impotencia enorme, yo creo que nosotros ya nos sacrificamos lo suficiente en Quintero, nosotros deberíamos quedarnos por ejemplo solo con el gas y con tecnología de punta que capte las emisiones, acompañado esto de un sistema de alerta sanitaria que lograría bajar las emisiones. Actualmente, en un radio de ocho kilómetros de borde costero, hay 20 empresas: la cementera, Oxiquim , Copec, Shell, Enap, GNL (gas licuado) y las termoeléctricas, por nombrar algunas. Nosotros nos sentimos con una impotencia espantosa porque los niños siguen cayendo como moscas, los adultos ya nos sabemos esconder pero los niños viven en contacto con el suelo y como tenemos todo contaminado es terrible", indica la dirigente.
Nuevo sistema de monitoreo
El Consejo Regional aprobó los fondos para adquirir nuevos equipos de medición y así constituir una red de monitoreo en conjunto con los artefactos gestionados por el Gobierno central a través de las entidades correspondientes.
El consejero regional Eduardo León, presidente de la Comisión de Medioambiente, Patrimonio Natural y Cambio Climático, indica que "en febrero se instalaron equipos del ministerio, hay otros de la superintendencia, además de los equipos que compró el Gobierno Regional. Es una red inédita en Chile porque el gran problema es que no sabemos qué es la contaminación y quién lo hace. Una vez que esto esté operativo la idea es detectar cuáles son los compuestos volátiles que hay y quiénes los emiten para entregar un diagnóstico más preciso (...) La gente necesita certezas", dice el core.
Por último, Katta Alonso espera "poder saber qué emite cada una de la empresas porque no lo dicen. Esperamos que las autoridades tomen medidas drásticas".
El nuevo sistema podría estar instalado en totalidad a fines del presente mes.