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Los "maestros" que fabrican y reparan instrumentos musicales

En Limache se realizó el Seminario Nacional de Luthería, que reunió a expertos en esta milenaria tradición con aprendices y directores de bandas estudiantiles, quienes pudieron aprender las técnicas de este delicado oficio.
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Mauricio Toledo - La Estrella de Valparaíso

La música es para algunos la expresión artística que más emociones puede transmitir. Recuerdos, lugares y épocas vienen a nuestras mentes al escuchar una melodía. Y para que esa magia se haga realidad, existe detrás una figura que no muchos consideran al momento de tararear una sonata: el luthier, o maestro de oficio creador, reparador y experto en mantenimiento de los instrumentos musicales.

En Chile, esta noble y milenaria profesión ha florecido en los últimos años gracias a Corfobae Chile, una institución sin fines de lucro y de carácter sociocultural, que nace en 1992. Motivados por la necesidad de apoyar y visibilizar las bandas estudiantiles a lo largo del país, como una parte fundamental de nuestro patrimonio cultural, realizan anualmente seminarios de luthería para que maestros y nuevos aprendices mantengan viva la llama de este maravilloso oficio.

La semana recién pasada, la Región de Valparaíso fue el lugar de reunión de estos expertos musicólogos, en el marco de la séptima versión del Seminario Nacional de Luthería, que convocó a luthiers y músicos de todo el país en el centro recreativo Los Maitenes de Limache.

Allí, desarrollaron diversas jornadas de formación en los distintos instrumentos que componen las bandas instrumentales, agrupaciones de cuerdas y bandas de guerra.

En esta ocasión, se ofreció un servicio de reparación y mantención de instrumentos totalmente gratuito para las bandas estudiantiles de la región de Valparaíso, lo que benefició a seis agrupaciones musicales, quienes recibieron más de 80 instrumentos reparados.

Transferir conocimiento

La directora ejecutiva de la Corporación de Fomento de Bandas Estudiantiles, Corfobae Chile, Dagnne Rojas, destacó la importancia de la luthería en el país y la labor que desarrolla su institución en este ámbito.

"Veo una transferencia de experiencia tremenda, se hace mucha camaradería, una red interesante, transferencia de conocimientos, el orden para trabajar, que es súper importante, profesoras y profesores a nivel increíble, lo que significa que se está desarrollando la luthería en Chile con una institución precursora de estos programas. Este país apunta a las orquestas y no toma relevancia de un patrimonio tremendo que dan las bandas estudiantiles e instrumentales que son tradición en norte, centro y sur", señala.

El teniente primero Rodrigo Morales, director de Bandas de la Armada, comentó que la institución patrocinó la actividad aportando con el centro recreativo Los Maitenes, donde se alojaron y desarrollaron todos los talleres de luthería.

"Para nosotros es un privilegio tener esta cantidad de maestros y alumnos de la luthería que es una disciplina casi ancestral, pues no hay una escuela de luthería en Chile, traspasándose los conocimientos de maestro a aprendiz", indicó.

Maestra de cuerdas

Entre las profesoras invitadas, destacó la luthier serenense Francisca Paganini, quien realizó la cátedra de cuerdas frotadas y pulsadas en el seminario.

"Fue un desafío tremendo porque tuvimos que crear, reparar, conseguir materiales y empezar a experimentar en la marcha. Compartir nuestras experiencias, entre quienes tenían y no acercamiento con el oficio, ha sido súper enriquecedor para todos", comentó Paganini.

Además, la maestra destacó la dificultad que enfrentan las mujeres en este mayormente dominado por los varones: "Como mujer, no se ven muchas. Y es difícil porque el ámbito de la luthería es medio machista, pero como no se conoce, igual se tiene un poco de miedo a tomar el riesgo de querer e ir de lleno. En las cuerdas frotadas, por ejemplo, el conocimiento cuesta obtenerlo y una tiene que ir a un maestro que te enseñe, y hay que ganárselo", señaló.

Desde chiloé

Wilson Contreras, oriundo de Achao y profesor de música en Curaco de Vélez, en la isla grande de Chiloé, aprendió de reparaciones en el seminario y destacó la importancia de la luthería en la formación de los músicos, expandiendo el conocimiento y las redes de apoyo entre todos los conocedores, maestros y aprendices del país.

"Fui músico de la Fuerza Aérea y allí me nació la idea de reparar instrumentos. Ahora estoy a cargo de una banda instrumental, pero mis grandes motivaciones para venir fue generar lazos y conocer gente, porque una forma de salir de Chiloé es tener buenos contactos. Uno tiene que salir a buscar interesados para invitar a las bandas", sostuvo.