Mirian Mondaca Herrera - La Estrella de Valparaíso

Alarma causó entre los habitantes de Quintero un nuevo episodio de contaminación reportado el lunes de esta semana, cuando al menos 50 personas -la mayoría estudiantes- acusaron cefalea, náuseas, vómitos, dolor de estómago e irritación de ojos y garganta. Así, se abultaba aún más la cantidad de vecinos y vecinas de la comuna afectados, ya que durante la semana anterior desde el municipio habían informado de más de un centenar de personas afectadas con posibles síntomas de intoxicación por mala calidad del aire durante las últimas semanas.

A finales de junio del año pasado, precisamente en tres colegios de la zona (dos de Quintero y uno de Puchuncaví), profesionales de la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) comenzaron con la instalación de un sensor en cada uno de esos lugares.

Con esto, comenzaría la primera fase de una red de sensores de monitoreo de olores. Estos denominados olfatómetros permitirían monitorear Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs), entre otros, y así detectar de manera temprana episodios que pudiesen poner en riesgo la salud de las comunidades escolares.

Pero, ¿qué sucedió con aquellos sensores? ¿Están hoy en funcionamiento? Consultados al respecto, desde la SMA confirmaron a La Estrella que estos dispositivos instalados en 2022 para evaluar su comportamiento, arrojaron resultados que "no fueron lo suficientemente fiables". Es por eso que, en marzo del presente año, la SMA decidió instalar tres equipos de mayor estándar, confiabilidad y complejidad.

"De estos, dos ya fueron instalados en el centro de Quintero y un tercero en Ventanas, Puchuncaví, y se encuentran en periodo de marcha blanca", añadieron.

En tanto, respecto a las fiscalizaciones en el cordón industrial, desde 2019 (tras el inicio del Plan de Descontaminación) al 2022, se registraron 669 y este año se han realizado otras 12. Desde el 2019 a la fecha son 6 los procedimientos sancionatorios contra empresas de la zona.

Su inquietud por las consecuencias para la salud que podría tener para los comerciantes y clientes que frecuentan la Feria Caupolicán de Viña del Mar han expresado en los últimos días quienes trabajan en el lugar, como resultado de la presencia de agua servidas y fecas.

Consultados sobre esta problemética, desde Esval aseguraron que ya fue detectado el origen del problema.

Según indicó el subgerente zonal de la empresa sanitaria, Alejandro Romero, la problemática se origina en una unión domiciliaria. Ésta, "forma parte de la red particular del recinto. Esta instalación ha registrado obstrucciones debido al mal uso del sistema, principalmente por la presencia de grasas y otros desechos que ocasionan rebases", acotó.

Desde la empresa también indicaron que, de forma excepcional, han apoyado a los locatarios cuando se han registrado afloramientos en el recinto, realizando la desobstrucción y limpieza correspondiente. Además, el ejecutivo aseguró que "nuestra red opera con normalidad y realizamos mantenimientos periódicos al colector público que se emplaza en una quebrada aledaña a la feria".

Finalmente, desde la sanitaria adelantaron que se reunirán con la directiva de la feria para generar un trabajo en conjunto y concientizar sobre el cuidado de la red de alcantarillado.

Un aumento de financiamiento cercano al 55%, para la ejecución de proyectos de inversión en Viña del Mar aprobó el Consejo Regional, lo que permitirá ejecutar el postergado proyecto de mejoramiento de los miradores del sector Recreo, así como la reposición del circuito vial Los Aromos-El Boldo en Chorrillos.

Se trata de los miradores Pedro Montt y Condell, ubicados en el sector de Recreo que enfrenta al mar, los que actualmente presentan un grado de deterioro, así como falta de accesibilidad y mobiliario urbano.

El Core aprobó un aumento de financiamiento del 19,24% ($169.612.000) más, pasando de $881 millones aprobados en primera instancia a $1.051 millones para la ejecución del proyecto; este incremento se explica en los mayores costos de la construcción.

La ejecución del proyecto se estima en un plazo de nueve meses, una vez adjudicado. Abarca un área de intervención de 1.673 metros cuadrados y obras que incluyen la demolición de las actuales estructuras que conectan ambos miradores, la construcción de una rampa que conecte con la Avenida España, la reposición de pavimentos peatonales y vehiculares, habilitación de áreas y rutas accesibles, instalación de iluminación LED con cableado soterrado, escaleras conectoras con barandas y pasamanos, muros de contención, mobiliario urbano y señaléticas.