El Cine Arte
por Felipe Acuña Lang, escritor
Para los cinéfilos y público en general, el Cine Arte de la galería Benjamín Vicuña Mackenna es un cine con tradición cultural e histórica y que, por lo mismo, es ya parte de la memoria de Viña del Mar. Es en la actualidad el cinematógrafo más viejo que va quedando en Chile, lo que constituye valor patrimonial e identitario. Ha resistido desde fines de los 90 a las multisalas del mall de 14 Norte, a la pandemia y a las plataformas digitales de la TV pagada. Hoy luce una atractiva cartelera digital y mayor difusión en las redes sociales. Su programación desde siempre ha tenido vocación por el cine de autor y películas europeas y de diversas procedencias, privilegiando la calidad y sus contenidos. Para muchas generaciones acudir a esta sala es un rito especial, puesto que el olor a cuero de sus butacas y su arquitectura de techos hexagonales es como ingresar a otro tiempo.
Fue fundado a principios de los años 60 por Guillermo Aguayo, Aldo Francia, Luisa Ferrari, Hugo Castelleto, José Pellerano y otros amigos del cine. Guillermo Aguayo fue coorganizador de los recordados festivales de cine internacional latinoamericano de 1967 y 1969, que se efectuaron en Viña y que colocaron a la ciudad en el centro de la difusión de grandes realizadores de la cinematografía latinoamericana. Además, fue gerente de producción de las películas del doctor Aldo Francia: "Valparaíso, mi amor" y "Ya no basta con rezar".
En los años 90 el cine tuvo un apogeo de público, debido a la apertura democrática del país y al interés de las nuevas generaciones por los estrenos de otras latitudes. Se realizaba desde enero a marzo una cartelera con las mejores películas del año. Era tradicional leer las críticas de cine, en hojas blancas y con letra grande, de Alfredo Barría Troncoso y Sergio Salinas Roco, en los escaparates de fierro a la entrada de la galería. Los miércoles tenía precio rebajado y los estudiantes en las tardes, y el público adulto, iban a la función de las tres y la siete de la tarde. Cada amigo del Cine Arte contaba con un carnet de socio, en un portadocumentos azul marino, lo cual permitía entradas rebajadas. El cine se relacionaba con el café Cinema y con su entusiasta Moisés Hilzerman, que fue un animador cultural de la ciudad y quien fuera presidente de la Sociedad de Escritores de Viña del Mar, y gestor junto a Ennio Moltedo, de la mítica revista literaria "Libertad 250".
El Cine Arte es un hogar, un refugio para ver películas en cualquier época del año, arrebujados del calor o el frío invernal. Recuerdo que allí me he formado en el séptimo arte, admirando películas que todavía están en mi memoria: "El sacrificio", de Andreé Tarkovski (1986); "Terciopelo azul", de David Lynch (1986); "Pelotón", de Oliver Stone (1986); "El silencio de los inocentes", de Jonathan Demme (1991); "París, Texas", de Wim Wenders (1984), entre muchas más.