Bienvenido el cambio y la evolución
Son tiempos que demandan nuestra transformación en forma urgente, de lo contrario quedamos desactualizados y dejamos demasiado rápido de interactuar con lo que sucede alrededor.
Es como cuando no actualizamos el celular, o nuestra computadora. Del mismo modo necesitamos cambiar esas programaciones internas que nos llevan a ver la vida desde el miedo paralizante, viejo, que automáticamente nos conduce a sufrir.
Aprendimos una forma de sentir en la vida y pareciera que si no sufrimos, no tenemos otra opción.
¿Y si les dijera que la vida es para ser celebrada? ¿Y si les dijera que la raíz de esos sufrimientos pueden ser transformados, actualizados y sanados?
Los niños y los jóvenes vienen ya con otro chip, ellos viven de una forma distinta de la que nos programaron a nosotros, son más abiertos y experimentan todas las alternativas, y pueden elegir, no quieren mantenerse estáticos dentro de las limitaciones preconcebidas y encerradas en "lo que se permite". De hecho, cada vez más, parecerían estar desafiando lo que antes no era permitido y que incluso, hasta era inconcebible.
Entonces, para vivir y coexistir y no quedar aislados sin funcionar o sin empatizar en este momento, tenemos al menos que limpiar emocionalmente el pasado, aquello que quedó allí encerrado, poder aprender a sanarlo. No anquilosarlo en ideas sino sanarlo, transformando nuestros programas mentales y emocionales que nos llevan a reaccionar por sí o por no, tipo robots, y no nos dejan salir de ese casillero.
Es de esta manera que podemos experimentar la vida libremente para así poder elegir en el presente. Si te fijas, tu mente se enfoca en el pasado y siente lo de entonces y lo considera pendiente, y luego salta a lo que quisiera lograr, y luego vuelve al pasado, a esos sentires pendientes allí.
Puede uno comenzar a conocerse y aprender a amarse, y a limpiar lo que ya no sirve, lo que ya no elige. Podemos de este modo actualizarnos y aprender a ser libres. Y sí es posible, sin que haya limitación alguna ni por la edad que ni por el lugar de donde uno provenga. Se puede.
Aprender lo que no nos han enseñado, dar un pasito, o muchos pasitos, más allá de donde el miedo nos quiere parar y no nos deja vivir lo que de verdad queremos. El sufrimiento que nos pesa constantemente puede ser limpiado, escuchado internamente, podemos aprender a amarnos a nosotros mismos.
Eso es lo que no nos han enseñado y sin embargo, cuando nacemos y durante nuestra temprana niñez, somos puro amor. Hasta que comienzan a decirnos cómo ser y qué hacer para recibir ese amor del afuera.
Lo bueno es que podemos aprender a que el amor emerja desde dentro. ¿Quieres cultivar esta experiencia? ¡Puedes aprender y funciona! Mi sistema está creado justamente para eso y es tan fácil, que no se puede creer. Son tiempos para simplificarse y gozar dichosamente. ¡Con un gran SÍ A LA VIDA EN AMOR, celebremos este momento! Y hasta el próximo encuentro.