Adita González Martínez - La Estrella de Quillota-Petorca

Un verdadero ejemplo de esfuerzo y trabajo en equipo es el que ha demostrado tener el Liceo Juan Rusque de Nogales, que hace un año, en una clase de Química, inició la búsqueda de una solución para el tema de los desperdicios que deja la industria minera en la zona.

Fue así como, entre las diferentes propuestas, la de hacer ladrillos con el material de relave fue la que más prosperó.

La idea causó eco y encontró el apoyo de un excelente aliado, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, que a través de la Escuela de Ingeniería Química, se volcó a transformar en realidad esta iniciativa de economía circular.

Convenio

Después de un año de intercambio de diferentes formas de apoyo, finalmente esta relación entre el Liceo Juan Rusque y la PUCV se materializó en la firma de un importante convenio de colaboración, el cual fue firmado esta semana por la alcaldesa de Nogales, Margarita Osorio; el director de la Escuela de Ingeniería Química de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Carlos Carlesi Jara; y el director del Liceo Juan Rusque, Claudio Zamora González.

Uno de los ejes centrales del convenio es el apoyo que ofrecerá la casa de estudios superiores en la elaboración de ladrillos con relaves mineros, proyecto que causó gran interés entre los docentes y alumnos de esa universidad por la importancia en la reutilización de los desechos mineros.

Carlos Carlesi, director de la Escuela de Ingeniería Química de la PUCV precisó que esta investigación que han realizado los estudiantes nogalinos también ha sido practicada por las grandes empresas mineras.

"Es un proyecto bastante interesante y que si bien la idea pareciera ser muy sencilla, resuelve un problema tan grande como lo son la cantidad de residuos mineros que hay pues las mismas compañías mineras están haciendo exactamente lo mismo" aseguró.

"Esta idea que tuvieron los chiquillos, es la misma que tienen las compañías mineras y están siendo desarrolladas de manera paralela. Es nuestro interés que estos mismos chiquillos, sepan de nosotros cómo se está desarrollando, a gran escala, porque es un problema real de dónde poner tanto material de residuo y que si se resuelve bien, puede ser súper bueno para el medio ambiente" enfatizó.

Cabe destacar que la elaboración de ladrillos con residuos mineros se inició hace un año en el Liceo Juan Rusque, en el ramo de Química del profesor Patricio Vásquez, quien señaló que por ser una comuna minera y agrícola, esta iniciativa adquiría vital importancia.

"La inquietud nació de los niños, porque somos una comuna ligada a la minería y a la agricultura. En este caso el recurso siempre viene de la mano con el desperdicio, en este caso los relaves, que son todos los desperdicios que vienen de la mano de la explotación del cobre. Entonces la pregunta fue cómo podíamos volver a usar este material para usarlo en la vida cotidiana y empezamos el año pasado a hacer las pruebas físicas y químicas, porque los chiquillos ya hicieron el moldeado, estamos muy contentos con este apoyo y este convenio porque es una gran oportunidad para ellos" dijo el orgulloso profesor.

Futuro

El convenio permitirá también que los jóvenes reciban orientación vocacional, especialmente con las carreras vinculadas a la industria de procesos y la ejecución de estudios técnicos.

Para la jefa comunal Margarita Osorio esta es una iniciativa más que realiza el municipio junto con el Departamento de Educación para facilitar el acceso de los estudiantes a la educación superior y destacó el trabajo del establecimiento en esta inédita investigación.

"En nuestra comuna tenemos muchos niños y niñas vulnerables y estas iniciativas son muy buenas, porque ellos se merecen poder seguir estudiando, tener la oportunidad de que sean grandes hombres y mujeres en el futuro", destacó Osorio.