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"Si todos ocupamos los recursos del Estado, no podremos mejorar"

Carolina Navarrete, consejera constitucional por la región de Ñuble apuesta por una Carta Magna que contenga una "visión minimalista y centrada en no atar las manos de los legisladores", pero que también fortalezca los derechos sociales, pero también lo privado en educación y salud, para desatochar lo público.
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Chile se enfrenta a su segundo intento por redactar una Carta Magna que reemplace la Constitución vigente. Tras el fracaso de la anterior convención -donde la derecha obtuvo apenas 37 de los 155 escaños-, los resultados de la última elección de consejeros constitucionales dio vuelta completamente el escenario y arrasó con todos los pronósticos: el 56,48% de los chilenos y chilenas optó por representantes de la oposición. Una de estas consejeras electas es Carolina Navarrete. Abogada, sureña, joven y militante de la Unión Demócrata Independiente (UDI).

Para Navarrete, una nueva Constitución "debe ser minimalista", aunque eso sí, sin perder de vista la razón por la que están convocados: "Los derechos sociales son puntos claves, la vivienda, la salud, la educación… Deben abordarse de la manera que sea mejor para el país y que signifique una mejora significativa respecto del actual texto", aclara.

Este minimalismo se sustenta para ella en no "atar de manos a los legisladores y próximos gobiernos", pues si bien cree que deben establecerse constitucionalmente estos derechos, el detalle debe ser materia de ley o de políticas públicas posteriores.

Ya sea en educación, salud u otras prestaciones sociales, Navarrete es una férrea defensora de la libertad de elegir, aunque aclara que en su visión, se debe mejorar y fortalecer lo privado, evitando atochar más un área que ya está sobrecargada: "Entre menos personas tengamos en el sistema público, más rápido podemos mejorar y tener un sistema más eficiente", dice y continúa: "Si todos ocupamos los recursos del Estado de la misma manera, difícilmente vamos a poder avanzar en que estos sistemas mejoren".

En esta misma línea, explica cómo funciona ese concepto de libertad en pos del bien común y el funcionamiento de los órganos del Estado: "El trasfondo no es defender la libertad de los más ricos, sino que propender a que los sistemas públicos sean mejores; ojalá, incluso, las personas con buenos recursos elijan el sistema público porque es de buena calidad", dice.

Un sistema exclusivamente estatal, ya sea en salud, educación o transporte, por consiguiente, sería un error: "Acá no se debe pretender que exista un sistema único, eso quita la posibilidad de que el sistema público mejore de manera eficiente [...] el ideal es que todos pudiésemos preferir el sistema público de tan eficiente que sea", puntualiza.

Desafío

Carolina Navarrete reconoce que la seguridad es transversal y que debe estar reconocida en la nueva Carta Magna. Sin embargo, "no hay que entrar tanto en el detalle, porque puede ser mucho más factible como técnica constitucional que eso quede para materia de ley", afirma. El anteproyecto presentado por la comisión experta, sin embargo, no es tan minimalista como le gustaría a la abogada chillaneja: consta de 14 capítulos, 211 artículos y 134 páginas. "Uno de los desafíos es que no se nos quede nada fuera [...] si es que pueden existir menos artículos sin afectar el fondo, vamos a estar de acuerdo. Entre 200 y 250 artículos sería el ideal", pondera.

Para la consejera, reducir la extensión de la propuesta también tendría relación con la desinformación de la población, que cada vez manifiesta menos interés "constitucional" en las encuestas: "Ojalá que sea un texto que podamos leer", afirma y continúa: "Si hacemos un trabajo que resulte interesante, respetable por la ciudadanía, va a haber un ánimo de saber y de informarse. La forma es muy importante y yo creo que ahí tenemos un desafío para encantar a las personas".

Sin paridad

La abogada reconoce, respecto de la participación femenina en política, que "para las mujeres es muy difícil, ya que va de la mano con temas como la familia" y tener una vida política "demanda tiempo". Pero si bien se declara a favor de fomentar el aporte que ellas significan en el sistema, no está de acuerdo con la paridad de salida: "Muchas veces afecta a grandes votaciones que son de hombres y, en pos de favorecer esta paridad obligatoria, dejan a muchas personas ampliamente votadas sólo por el hecho de ser hombres", sentencia, sin ahondar -eso sí- en el que ese mismo sistema afectó negativamente a las mujeres en la convención anterior.

"Soy de la idea de fomentar la participación de las mujeres en política, pero no sólo por el hecho de que sean mujeres: Debemos fomentar que participen personas preparadas, que participen los mejores y lo más importante es que sean personas que quieran estar, que tengan la vocación de servicio público, indistintamente de si son hombres o mujeres".