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[Cultura Urbana]

Fotógrafo Luis Navarro expondrá en Valparaíso

Referente a nivel nacional, el maestro exhibirá 58 imágenes relacionadas con sus trabajos en derechos humanos y comunidades gitanas, entre otros temas.
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Marcela Küpfer C.

El 30 de noviembre de 1978, un campesino encontró, al interior de unos hornos de cal, ubicados en la comuna de Lonquén, Talagante, restos y osamentas humanas. Dio avisa a la Vicaría de la Solidaridad y el vicario, sacerdote Cristian Precht, organizó una comisión para verificar el hallazgo. En esa comisión participaba el fotógrafo Luis Navarro quien se convertiría entonces en el primer reportero gráfico en registrar el encuentro de restos de detenidos desaparecidos en dictadura. Las osamentas pertenecían, de hecho, a 15 campesinos secuestrados y asesinados cinco años antes, en octubre de 1973, en Isla de Maipo. El hallazgo de los hornos de Lonquén marcó un hito en la investigación de las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura y marcó, también, un momento importante en la carrera de Luis Navarro, quien se convertiría en un destacado reportero gráfico en la época.

Hoy, con 85 años, Navarro es considerado uno de los nombres más importante de la fotografía nacional. Bajo la mira de los agentes de inteligencia de la época, Navarro fundó la Asociación de Fotógrafos Independientes (AFI), buscando alguna forma de proteger a quienes desempeñaban la importante labor de registro en aquellos años peligrosos. Su trabajo quedó plasmado en publicaciones como La Época, Pluma y Pincel y Fortín Mapocho, y también en agencias fotográficas extranjeras.

Además del tema de los derechos humanos, durante su vasta trayectoria el lente de Navarro se ha enfocado también en la vida urbana de Santiago, en las comunidades de gitanos y en la actividad teatral.

Y parte de este trabajo será el que se exhibirá, a contar del próximo sábado 22 de julio, en el Centex del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, en la plaza Sotomayor de Valparaíso.

Allí se expondrán 58 obras del fotógrafo nacional, correspondientes a las temáticas de los derechos humanos, los gitanos y algunos retratos y obras artísticas.

Un referente

Osvaldo Briceño, fotógrafo y dueño de la galería Fotocíclope, del cerro Concepción, es coordinador de la muestra y, además, estrecho amigo y colaborador de Luis Navarro. Se conocieron a mediados de los 80, cuando ambos coincidieron en el diario La Época, y desde entonces han mantenido un estrecho vínculo.

"En términos de la fotografía, Luis Navarro es un gran referente, es muy enriquecedor conversar con él, es muy cinéfilo y tiene un gran sentido de las imágenes, de la luz, además de una gran sensibilidad para capturar la noticia en la fotografía", cuenta Briceño, quien ha colaborado en otras muestras de Navarro en la región y también en Santiago, donde se exhibirá, hasta el 19 de agosto, en la Universidad Alberto Hurtado, una muestra de sus trabajos sobre Lonquén.

Briceño adelanta que Luis Navarro estará presente en la inauguración de la muestra en el Centex, el próximo sábado al mediodía.

En Serie

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por Marcela Küpfer C.

Se avecina una crisis

Un thriller político muy actual, combinado con ingredientes del subgénero de catástrofes, es la recomendable serie inglesa "Cobra", de 2020, con dos temporadas de seis capítulos que sirven para cerrar perfectamente la historia.

COBRA es el acrónimo de Cabinet Office Briefing Room A, es decir, la sala principal de reuniones del gabinete del primer ministro inglés, donde se convoca a distintas autoridades y expertos en caso de graves crisis. Y es allí mismo donde arranca la serie, con una catástrofe inminente: una gran llamarada solar amenaza con freír los sistemas tecnológicos en buena parte del mundo, pero especialmente en Inglaterra. Sus consecuencias son inciertas, por lo que el comité de emergencias debe tomar importantes decisiones en caliente, como detener los vuelos o alertar a la población.

La llamarada deja fuera de funcionamiento los transformadores eléctricos, sumiendo al país en un gran apagón. La situación logra recuperarse relativamente pronto, pero una provincia al norte del país se convierte en la "zona de sacrificio", pues no hay más transformadores de reemplazo y deberá esperar durante semanas para recuperar la electricidad.

El primer ministro Robert Sutherland (interpretado por el sólido Robert Carlyle) enfrenta entonces una crisis que, por momentos, se ve peor que la llamarada misma. En una sociedad completamente dependiente de las telecomunicaciones y la tecnología digital, la falta de electricidad llama prontamente al caos. En la zona afectada, emerge un grupo de carácter radical, nacionalista y libertario, que desafía a la autoridad llamando a la conformación de una especie de milicia fascista y xenófoba. Los gremios del transporte aprovechan la crisis para bloquear caminos y hacer exigencias al gobierno. Y, en Downing Street, el primer ministro lidia en dos frentes: sus enemigos internos buscan desestabilizarlo, mientras que, en su hogar, su hija se ve envuelta en un caso de muerte accidental que involucra drogas.

En la segunda temporada, la crisis se asocia a un gran ataque cibernético de potencias enemigas que pone en jaque desde los bancos al abastecimiento de agua. Aquí emergen los líos geopolíticos, las comunidades de inteligencia y, sobre todo, las fake news y las campañas de desinformación, que se han convertido en el peor enemigo de las sociedades actuales. En paralelo, el primer ministro conservador se enfrenta a la tentación de comulgar con la extrema derecha a fin de mantener el poder.

"Cobra" es una serie muy actual, que aborda temáticas candentes como las posturas políticas extremas, las campañas de desinformación y la manipulación, un peligroso "todo vale" donde grupos de interés se aprovechan de las crisis para obtener ventajas, mientras que las necesidades y el bienestar de las personas pasa a segundo plano.