Hoy en Chile, según datos del INE, el 88% de la población vive en zonas urbanas, una cifra muy superior a las estimaciones del Banco Mundial, que proyecta recién para el 2045 que siete de cada 10 personas en todo el orbe vivirán en ciudades. Con esto, cabe preguntarse: ¿Está preparado nuestro país para la construcción de infraestructuras amigables con el medio ambiente?

La utilización de nuevos materiales, técnicas constructivas con menores emisiones o la adopción de sistemas energéticos y sanitarios con un impacto más acotado o de mejor desempeño, serán cruciales para alcanzar el éxito en esta urgente y necesaria transición.

Chile ya ha dado importantes pasos en esta dirección, que hoy están siendo rápidamente asimilados por el sector del que somos parte, tanto a nivel corporativo como de políticas públicas.

Una construcción sustentable será fundamental para edificar viviendas con mayor confort interior y seguridad, con una mejor eficiencia energética, mitigando los efectos adversos en materia social, sanitaria y económica.

Uno de los 17 objetivos de la Agenda 2030 de la ONU es la construcción de ciudades y comunidades sostenibles, este no solo es un desafío estratégico para nuestro sector, sino para toda la cadena de valor involucrada en el ciclo de vida de un proyecto.Impulsados por la experiencia acumulada durante décadas, como empresa vamos a seguir contribuyendo con iniciativas que aporten al bienestar de las personas. Todos tenemos un importante papel en incentivar a los usuarios a implementar los nuevos desarrollos que permitan beneficios en el largo plazo, con la premisa de que nuestras acciones de hoy marcarán el planeta que dejaremos a las futuras generaciones.

Ricardo Fernández

Desarrollo Sostenible de Volcán

El lugar que actualmente ocupa el perro en la sociedad no ha sido gratuito ya que, si bien es cierto que junto a él a lo largo de varios miles de años hemos ido evolucionando en sintonía, esta historia no ha estado libre de conflictos entre ambas especies, pero que, a pesar de ello, ha primado el sentido y la necesidad de mantenernos vinculados saludablemente.

Ha sido ampliamente documentado cómo convivir íntimamente junto con ellos, implica una serie de beneficios biopsicoemocionales para nosotros, tales como disminución de la presión arterial, desarrollo de la empatía, facilitador social y, para miles de personas, un compañero, su confidente, su familia.

Sin embargo, para ellos, ¿cuál ha sido el beneficio? En este sentido, pareciera ser que la relación vincular que hemos construido ha resultado ser a lo menos injusta y desequilibrada, toda vez que en nuestro país son aún millones los perros que deambulan sin supervisión por las calles, la mayor parte del tiempo, no por decisión propia, quedando expuestos a malos tratos, accidentes, enfermedades y sufrimiento que la mayor parte del tiempo no podrán gestionar.

Pareciera ser del todo lógico que, como seres racionales y sintientes, nosotros y ellos de una buena vez comencemos a comportarnos como una sociedad madura, moderna y respetuosa con el prójimo y el ambiente, ya que el bienestar humano, para que sea completo, debe ir en compañía del bienestar animal y el bienestar de los ecosistemas.

Por lo tanto, en este Día Mundial del Perro, no podemos más que reflexionar sobre nuestra conducta histórica frente a ellos y agradecerles sinceramente por tanto cariño incondicional.

Gonzalo Chávez C.,

Universidad Santo Tomás

Viña del Mar