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Una mirada sobre Valparaíso

Felipe Gallardo Gastelo, académico, arquitecto y consejero del Consejo de Monumentos Nacionales, señala las falencias que existen en este Patrimonio de la Humanidad.
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Juan Guillermo Prado - La Estrella de Valparaíso

En 1994, la Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad el Santuario del Oryx árabe, un rumiante de la familia de las cabras, antílopes y ovejas, en Omán, país de la península arábiga. Fue el primer sitio eliminado de la lista de los Patrimonios de la Humanidad, el año 2007, por reducir en un 90 por ciento la zona protegida, habitada por una autóctona avifauna.

En 2004, el valle del Elba en Alemania fue declarado como Patrimonio pero fue borrado de la lista el año 2009 por causa de la construcción de un puente en un sector donde vive el murciélago pequeño de herradura, una especie en peligro de extinción.

Y el año 2004 el puerto de Liverpool fue incluido entre los lugares que son Patrimonio de la Humanidad pero, por causa de remodelaciones en el paisaje histórico de la ciudad, fue suprimido de la nómina patrimonial el año 2021. ¿Cuál será el próximo sitio que será suprimido de este exclusivo repertorio de Patrimonio de la Humanidad?

Para conversar sobre la situación de Valparaíso, entrevistamos a Felipe Gallardo Gastelo, arquitecto, académico de la Universidad de Chile y miembro del Consejo de Monumentos Nacionales, quien señaló: "Lamentablemente no se comprende la importancia de nuestro patrimonio cultural, que no es una prioridad que compita con -por ejemplo- educación, salud, seguridad, sino que es una dimensión necesaria y fundamental para toda comunidad. Esto implica que, hasta recientemente, los fondos destinados a cultura habían sido magros, en comparación a los montos necesarios para restaurar edificios y conservar una ciudad, como es el caso de Valparaíso".

¿Falta de compromiso?

-En el contexto descrito, una falencia importante para el manejo patrimonial, además del financiamiento, es la concurrencia o compromiso efectivo de las autoridades y la comunidad, de manera real para el área histórica de Valparaíso, con convicción que se traduzca en hechos, planes, proyectos, cronogramas y plazos. Compromisos específicos, claros, concretos y reclamables. En el caso de las autoridades es complejo, un municipio empobrecido y un área histórica del plan que tiene pocos habitantes en comparación a los cerros, donde me imagino está la base electoral que elige a las autoridades. Un escenario de urgencias, pero igualmente se debe distinguir entre lo urgente y lo importante que hay que atender. No ayuda la tradición en Chile, donde cada nueva autoridad a menudo trae equipos nuevos, a veces desvalorizando y cambiando los criterios y miradas -cuando existe- de la administración anterior. Falta continuidad de planes, convergencia y sinergia con la comunidad. Por su lado, si la comunidad no siente una identificación con el área histórica, viva o no en ella, y si no asume que es partícipe de ese patrimonio, y se compromete con él, es complicado que la autoridad electa, que se supone interpreta a dicha comunidad, actúe en consecuencia. Es necesario un mayor involucramiento de la comunidad. Así, el patrimonio de la ciudad arriesga convertirse en tema de especialistas, sin conexión con la comunidad y autoridades. Esta comunidad que es la suma de ciudadanos, organizaciones, empresas, universidades y más, debe estar en sintonía en torno al área histórica. Esto permitiría la articulación de recursos (financieros, humanos, intelectuales) y el conseguir recursos adicionales, se hace aún más difícil. Es necesaria una mayor concertación de los actores.

-¿Qué habría que hacer?

-Este aspecto implica una serie de derivadas: falta de coordinación en las propuestas de diseño de espacios públicos; falta de sincronía y coordinación entre iniciativas públicas, privadas y mixtas, cómo por ejemplo iluminación, veredas y usos de suelo. Otro ejemplo: el caso del arte público, que es una excelente idea, pero en coordinación y complemento con un sentido patrimonial y con otras iniciativas, es una idea aún más poderosa. También entender los alcances, envergadura y limitaciones de cada proyecto e iniciativa, ver combinaciones, alianzas y límites. En suma, coordinación de iniciativas. Quizás partir por cosas simples pero constantes, que motiven mínimamente y que preparen el camino para un círculo virtuoso pequeño que se vaya agrandando, que sean un aspecto de dominio de la municipalidad, como el espacio público municipal. Comenzar por las plazas: Victoria, Sotomayor, Echaurren, Aníbal Pinto, entre otras. Limpiar y pintar las veces que sea necesario, ver cómo darles más seguridad a estos espacios públicos, con rondas, luz, qué se yo... Para mí es incomprensible que, siendo la ciudad sede del poder legislativo, esté en el estado que está, especialmente con un sitio patrimonio mundial cuál es el área histórica.

-¿Es reversible el deterioro de Valparaíso?

-Yo creo que sí, quiero creer que sí, pero se requiere un nuevo trato entre la comunidad y las autoridades y el resto de la comunidad nacional y también entender que cada uno tiene un rol, nadie sobra, todos sumamos, incluidos los especialistas y las universidades que más que obstáculo son una ayuda. Es de la mayor relevancia pasar a las obras, a lo concreto, a corto, mediano y largo plazo.

"El patrimonio de la ciudad arriesga convertirse en tema de especialistas, sin conexión con la comunidad y autoridades".