Villalemanina quiere vivir y lucha por trasplante
La psicóloga de solo 25 años, Geisy Varas Valencia, fue diagnoticada con un linfoma no hodgkin anaplásico T ALK positivo.
Hasta mediados del año pasado la psicóloga, Geisy Varas Valencia, de 25 años, era una joven llena de energía. El deporte, el baile y el teatro, eran pasatiempos a los que se dedicaba cada vez que tenía tiempo libre, pero aquello cambió radicalmente ya que en julio de 2022 fue diagnosticada con un linfoma no hodgkin anaplásico T ALK positivo, un extraño padecimiento que comprometió también su médula ósea.
Desde entonces, la vida de esta joven dio un giro completo y, tras meses de un agotador tratamiento, hoy se encuentra luchando por conseguir su anhelado trasplante de médula ósea. Pese a que este fue recomendado por sus médicos tratantes, comenta Geisy, este no tuvo luz verde durante la evaluación desarrollada por el comité técnico asesor de trasplante, realizada el pasado miércoles 14 de junio. En esa ocasión, la respuesta de ellos fue que no tiene indicación de trasplante autólogo.
Aquella respuesta, remarca su abogado Chistian Lucero, es inconsistente ya que, faltaba el informe del 3er PET CT que se realizó después del último ciclo de quimioterapia.
Aquella decisión la dejó devastada , pero igualmente ahora se encuentra sacando fuerzas de flaqueza para junto a su abogado presentar próximamente un recurso de protección y así lograr que su trasplante sea autorizado. "Lamentablemente nuevamente nos encontramos con que la falta de actualización de los protocolos que maneja el comité para el trasplante, asesor de Minsal, se encuentran desactualizados y por esa razón no tiene indicación como continuación de su tratamiento el trasplante", enfatizó el jurista.
Volver a su vida normal
Por estos días la joven se ha mantenido un poco más estable de su padecimiento, pero aquello no es garantía de que su vida no pueda volver a estar en peligro como ocurrió recientemente durante una crisis de la enfermedad. "Estuve bien delicada, pesando 33 kilos, estaba súper débil, casi no comía, no podía caminar, estaba muy débil", recuerda la joven, quien durante muchos meses prácticamente ha tenido que estar en cama con fuertes dolores que muchas veces incluso le han impedido hacer algo tan cotidiano como sentarse y ver televisión.
Sobre aquellos momentos recuerda que "tenía que estar de lado o boca abajo, incluso estar de lado era muy doloroso algunas veces".
De esta forma resulta imposible que Geisy vuelva a su vida habitual hasta que no pueda conseguir el trasplante.

