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QUEQUE NARANJA

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INGREDIENTES:

-2 naranjas

-3 huevos

-1 taza de azúcar

-1/2 taza de aceite vegetal

-2 tazas de harina

-1 cucharadita de polvo de hornear

-Ralladura de naranja (opcional)

-Una pizca de sal

PREPARACIÓN:

Precalienta el horno a 180°C.

Hierve las naranjas enteras en agua durante unos 15 minutos. Luego, retíralas del agua, córtalas en trozos y quítales las semillas.

En una licuadora, coloca los trozos de naranja (con piel) y tritúralos hasta obtener un puré.

En un tazón, bate los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla suave.

Agrega el puré de naranja, el aceite y la ralladura de naranja (si estás utilizando) a la mezcla de huevos y azúcar. Mezcla bien.

Incorpora la harina tamizada, el polvo de hornear y la pizca de sal. Mezcla hasta que todos los ingredientes estén combinados.

Vierte la mezcla en un molde para queque previamente engrasado y enharinado.

Hornea en el horno precalentado durante aproximadamente 40-45 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.

Deja enfriar antes de desmoldar y servir.

INGREDIENTES:

-1 taza de harina

-1/2 taza de cacao en polvo

-1 cucharadita de polvo de hornear

-1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio

-Una pizca de sal

-1 taza de azúcar

-2 huevos

-1/2 taza de aceite vegetal

-1 taza de leche

-1 cucharadita de esencia de vainilla

-Chips de chocolate (opcional)

PREPARACIÓN:

Precalienta el horno a 180°C.

En un tazón, mezcla la harina, el cacao en polvo, el polvo de hornear, el bicarbonato de sodio y la pizca de sal.

En otro tazón, bate el azúcar, los huevos y el aceite hasta obtener una mezcla suave.

Agrega la esencia de vainilla y la leche a la mezcla de huevos y azúcar. Mezcla bien.

Incorpora los ingredientes secos a la mezcla húmeda y mezcla hasta que estén combinados. Si lo deseas, agrega chips de chocolate a la masa.

Vierte la mezcla en un molde para queque previamente engrasado y enharinado.

Hornea en el horno precalentado durante aproximadamente 30-35 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga con algunas migas húmedas (no líquidas).

Deja enfriar antes de desmoldar y servir.

INGREDIENTES:

-3 plátanos maduros

-1 taza de azúcar

-2 huevos

-1/2 taza de aceite vegetal

-2 tazas de harina

-1 cucharadita de polvo de hornear

-1 cucharadita de esencia de vainilla

-Una pizca de sal

PREPARACIÓN:

Precalienta el horno a 180°C.

En un tazón, aplasta los plátanos con un tenedor hasta obtener un puré suave.

Agrega el azúcar, los huevos y el aceite al puré de plátano. Mezcla bien.

Incorpora la harina tamizada, el polvo de hornear y la pizca de sal. Mezcla hasta que todos los ingredientes estén combinados.

Agrega la esencia de vainilla y mezcla nuevamente.

Vierte la mezcla en un molde para queque previamente engrasado y enharinado.

Hornea en el horno precalentado durante aproximadamente 40-45 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.

Deja enfriar antes de desmoldar y servir.


QUEQUE DE CHOCOLATE


QUEQUE PLÁTANO

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Entender las adicciones

Una vez escuche decir, que el adicto era como una polilla que golpea en la ventana, esperando alcanzar la luz. Me quedé pensando, y más allá de tratar de entender la metáfora, me tocó la idea que algo buscaba, algo esperaba encontrar o mantener con ese comportamiento. Tanto así, que estaba dispuesto a arriesgar su vida y tiempo para sostenerlo.

En el derecho romano, addictus era el esclavo por deudas, quien estaba obligado a servir para terminar con su insolvencia. Entonces tenemos, por un lado, a alguien que busca algo, pero por alguna razón queda pegado, atrapado o esclavizado a lo que lo genera. Perdiendo de vista lo que en un inicio era el sentido, la búsqueda que lo guiaba. Y secundariamente, su conexión con lo que lo rodea.

Algo se pierde, se extravía en el camino, algo que parece no volver. Una certeza que finalmente queda supeditada a sensaciones o emociones.

Joseph Campbell, en su libro "El poder del mito" decía "el adicto se ahoga en el mar donde los místicos nadan". Es decir, por alguna razón, ese elemento, común a la naturaleza humana y a la vez individual, se tuerce o distorsiona, haciendo que el individuo olvide su objetivo, perdiendo la fortaleza del su yo. Cambiando el fin por el medio.

Entender esto parece capital, no solo para el tratamiento del fenómeno, sino para su prevención. Más cuando hoy la masificación de medios digitales ha venido a agudizar la problemática, aumentando los trastornos ansiosos, de ánimo, vinculares y sociales.

Mala resolución de conflictos, desregulación emocional, insatisfacción con la vida y con su aspecto fisico, son algunos de los problemas más habituales. Volviendo a quien los padece en alguien susceptible de caer en dependencias, inducido por sensaciones que su cerebro computa como inhabituales o especiales. Queriendo volver a vivirlas, una y otra vez.

Por eso se hace fundamental la regulación temprana, por ejemplo, del uso de pantallas, el acompañamiento lúdico(jugar con los niños), el manejo de la frustración ,la tolerancia al malestar, al aburrimiento , en general la regulación emocional y por sobre todo, la integración de objetivos y valores.

Si bien estos elementos no son garantías , son fundamentales en la formación estructural y constitutiva del yo. Su relación con la estimulación cerebral y la toma de decisiones. Muchas de la cuales pueden definir el curso de la vida.

En el caso de tratamiento, se hace fundamental la capacidad de reconectar con la experiencia vital, las sensaciones, emociones, la mística propia de la vida. Frente al parangón anormal que generan las drogas y los aparatos electrónicos. Reeducando nuestro cerebro para diferenciar entre placer y bienestar. Tema que requeriría un apartado especial.

José Luis Balmaceda Jarufe

Psicólogo, especialista en adicciones, crisis vitales y trastornos de personalidad

www.centrocenit.cl