Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Genoveva
  • Deportes
  • Tiempo Libre
  • Estrellas

Psicología

Estas cinco estrategias le ayudará a enfrentar este sentimiento en su vida cotidiana.
E-mail Compartir

Aprenda cómo manejar la ansiedad

La ansiedad es una emoción natural que todos experimentamos en algún momento de nuestras vidas. Sin embargo, cuando esta emoción se vuelve abrumadora y constante, puede interferir en nuestro bienestar y calidad de vida. Afortunadamente, existen diversas estrategias que podemos utilizar para manejar esta tan temida ansiedad y recuperar el control de nuestras vidas.

1. Práctica de la atención plena (mindfulness): La atención plena implica prestar atención consciente al momento presente sin juzgar. Esta técnica puede ayudarte a desconectar de los pensamientos ansiosos y centrarte en el aquí y ahora. La meditación mindfulness, la respiración consciente y la observación de tus sentidos son formas efectivas de cultivar esta habilidad.

2. Técnicas de respiración: La respiración profunda y controlada es una herramienta poderosa para reducir la ansiedad, y se puede llevar a cabo con nada más que una simple bombilla o carcasa de lápiz bic: Toma la bombilla o carcasa de lápiz, inhala profundamente por la nariz y exhala por la boca, soplando por este instrumento. Hacer esto, activa el Sistema Nervioso Parasimpático, sistema encargado de llevarnos a la calma; y esta técnica funciona porque se dosifica de manera eficiente y consciente la salida del aire. Repite el ejercicio varias veces y notarás como de a poco llega la calma a tu cuerpo y mente.

3. Desafía tus pensamientos: La ansiedad a menudo está vinculada a patrones de pensamiento negativos y catastrofistas. Cuestiona tus pensamientos ansiosos: ¿Son realistas? ¿Hay evidencia concreta para respaldarlos? Cambiar gradualmente estos patrones distorsionados puede ayudarte a reducir la ansiedad y aumentar tu bienestar.

4. Establece un ritual de autocuidado: Priorizar el autocuidado puede tener un impacto significativo en tu bienestar emocional. Dedica tiempo regularmente para actividades que te relajen y te hagan sentir bien, como hacer ejercicio, leer, tomar baños relajantes o practicar hobbies que disfrutes. No importa qué hagas, lo importante es que te des un espacio para ti.

5. Divide tus desafíos en pasos pequeños: La ansiedad a menudo surge cuando enfrentamos tareas abrumadoras. Dividir esos desafíos en pasos más pequeños y manejables puede hacer que te sientas menos abrumado. A medida que completas cada paso, ganarás confianza en tu capacidad para manejar la situación y tu eficacia aumentará.

Recuerda que cada persona es única, por lo que es posible que algunas estrategias funcionen mejor para ti que otras. Experimenta con estas técnicas y adapta aquellas que se ajusten mejor a tu estilo de vida y personalidad. Si la ansiedad persiste y afecta significativamente tu vida diaria, considera buscar el apoyo de un profesional de la salud mental, como un psicólogo o psiquiatra. El manejo efectivo de la ansiedad es un proceso gradual, pero con determinación y práctica constante, puedes lograr un mayor equilibrio emocional en tu vida cotidiana.

C. Trinidad Kiessling S.

Psicóloga Clínica Infanto - Juvenil.

Centro CENIT +56932655021

www.centrocenit.cl

Helado CASERO de frutilla

E-mail Compartir

INGREDIENTES

-2 tazas de frutillas frescas o congeladas (fresas)

-1 taza de azúcar

-1 taza de crema de leche (nata)

-1 taza de leche entera

-1 cucharadita de extracto de vainilla

PREPARACIÓN

Lava las frutillas y retira los tallos verdes. Si estás utilizando frutillas congeladas, asegúrate de descongelarlas antes de continuar.

Coloca las frutillas en una licuadora o procesador de alimentos y agrégales el azúcar. Tritura las frutillas y el azúcar hasta obtener una mezcla suave.

Agrega la crema de leche, la leche entera y el extracto de vainilla a la mezcla de frutillas y azúcar. Mezcla todo hasta que esté bien combinado.

Vierte la mezcla en una máquina para hacer helado, si tienes una. Sigue las instrucciones de la máquina para hacer helado, ya que los tiempos de congelación pueden variar según la marca y el modelo. En general, la mezcla deberá congelarse durante aproximadamente 20-30 minutos, o hasta que tenga la consistencia de helado.

Si no tienes una máquina para hacer helado, vierte la mezcla en un recipiente apto para congelador y cúbrelo con papel film. Coloca el recipiente en el congelador durante unas 2 horas.

Cada 30 minutos, retira la mezcla del congelador y bátela vigorosamente con un tenedor o una batidora de mano para romper los cristales de hielo y obtener una textura suave. Repite este proceso al menos tres veces durante las 2 horas de congelación.

Una vez que el helado tenga la consistencia deseada, sírvelo en tazas o conos y disfruta de tu helado casero de frutilla.

INGREDIENTES

Para la masa:

-1 1/4 tazas de harina de trigo

-1/2 cucharadita de sal

-1/2 taza de mantequilla fría, cortada en cubos pequeños

-3-4 cucharadas de agua fría

Para el relleno:

-4 manzanas peladas, desinfectadas y cortadas en rodajas finas

-1/2 taza de azúcar granulada

-1 cucharadita de canela molida

-1/4 cucharadita de nuez moscada molida

-1 cucharada de jugo de limón

-2 cucharadas de mantequilla derretida

PREPARACIÓN

Para la masa:

En un tazón grande, mezcla la harina de trigo y la sal.

Agrega la mantequilla fría en cubos y utiliza un cortador de masa o tus manos para mezclarla con la harina hasta que la mezcla tenga una textura de migajas gruesas.

Agrega agua fría, una cucharada a la vez, y mezcla con un tenedor hasta que la masa comience a unirse. No agregues demasiada agua; solo lo suficiente para que la masa se mantenga unida.

Forma la masa en una bola, envuélvela en film plástico y refrigérala durante al menos 30 minutos.

Para el relleno y el montaje:

Precalienta el horno a 190°C (375°F).

En un tazón grande, combina las rodajas de manzana, el azúcar, la canela, la nuez moscada y el jugo de limón. Mezcla bien para que las manzanas queden cubiertas con la mezcla de azúcar y especias.

Saca la masa del refrigerador y divídela en dos partes, una un poco más grande que la otra. En una superficie enharinada, estira la parte más grande de la masa en un círculo lo suficientemente grande para forrar un molde para tarta de 9 pulgadas (23 cm) de diámetro. Acomoda la masa en el molde y recorta cualquier exceso.

Rellena la base de la tarta con la mezcla de manzanas.

Estira la parte más pequeña de la masa en un círculo para cubrir la parte superior de la tarta. Puedes decorar la parte superior con tiras de masa entrecruzadas o hacer pequeños agujeros para que el vapor escape.

Pincela la parte superior de la tarta con la mantequilla derretida.

Hornea la tarta en el horno precalentado durante aproximadamente 45 minutos o hasta que la masa esté dorada y las manzanas estén tiernas.

Retira la tarta del horno y deja que se enfríe antes de servir. Puedes servirla sola o con una bola de helado de vainilla.


tarta de manzana