Detección precoz en autismo
Una intervención temprana es clave para iniciar las intervenciones terapéuticas más adecuadas.
Cada semana, cuando evaluamos pacientes en la consulta, para confirmar o descartar el diagnóstico de autismo; los padres de niños pequeños vienen con mucha incertidumbre, miedo al que dirán o temor al futuro incierto de sus hijos. Y para nosotros los evaluadores lo más importantes es darle la tranquilidad de que la condición neurobiólogica de autismo, no es más, que una forma de procesar la información distinta, la diferencia está en los cerebros y en su forma de funcionar, que cambia en sus características y en los niveles de apoyo, y que al igual que en los niños con desarrollo neurotípico, varía en las características individuales que los hacen distintos unos a otros.
Muchas veces los papas nos comentan que su amigo tiene un hijo con autismo, pero su hijo no se parece en nada a él, o al amiguito del colegio o incluso al primo y/o hermano que presentan el mismo diagnóstico. Lo anterior se debe a que el amplio abanico de posibilidades o variables juega un importante rol en esta diferenciación; algunos tendrán más habilidades sociales, pero mayor presencia de conductas restringidas o estereotipias marcadas, intereses sensoriales peculiares, otros presentan dificultad para demostrar afectos, algunos priorizan estar más en la casa y jugar solos. Así como también encontramos niños que tienen un gran potencial cognitivo y aprenden lenguas extranjeras con una facilidad envidiable (escuchamos que saben hablar inglés, aprender coreano, ruso y otros; simplemente por ver youtube en esos idiomas), mientras tanto hay otro grupo a los que se les hace más cuesta arriba aprender.
Lo que queremos compartir acá, es que finalmente todos son niños, con un sinfín de potencialidades por desarrollar simplemente porque tienen un mundo por delante, y es acá donde radica la importancia de un diagnóstico precoz, seguido de una intervención temprana, ambas son claves para iniciar las intervenciones terapéuticas más adecuadas. Y en la medida que esta dupla sea efectiva el pronóstico será más favorable, especialmente en el control del comportamiento, las dificultades en el área comunicativa y en la habilidades funcionales en general, para alcanzar un mejor pronóstico adaptativo.
La evaluación precoz, tiene múltiples ventajas para los niños y sus familias, entre ellas; en que reducen la incertidumbres a los padres, ayuda a la identificación de opciones de educación, recursos y apoyos terapéuticos e identifica las necesidades de apoyo familiar, entre otras.
En este proceso los padres, el pediatra o equipo de salud a cargo de los controles periódicos de los niños juegan un rol importantísimo al detectar algún retraso en el neurodesarrollo, pues de ésta forma se podrán activar y movilizar los protocolos por sospecha de TEA, y posteriormente delimitar las intervenciones que permitirán mejorar la funcionalidad en su desarrollo.
Macarena Aguayo Arancibia
Psicopedagoga y Directora CENIT
Certificada en ADOS-2 y ADI-R
www.centrocenit.cl/ +569 32655021