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"Envejecer no es una crisis… Se puede seguir soñando"

Bastó con ir a un hogar de adultos mayores para que todo cambiara. «Soledad, desesperanza, resignación. En esas vidas ya no cabían sueños», recuerda Constanza Daniels, directora ejecutiva de Fundación Revivir. Se armó de coraje y todo lo dejó para comenzar de nuevo. «Nunca es tarde, a veces sólo se necesitan oportunidades». Lo mismo quería para aquellas solitarias almas que había visto. Así nació la fundación.
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Occidente envejece y Chile no es la excepción. De acuerdo a proyecciones del Hogar de Cristo, en 30 años la población adulto mayor chilena se duplicará y, sin embargo, poco es lo que se discute respecto de la vejez.

Pero Constanza Daniels, directora ejecutiva de la Fundación Revivir, decidió exactamente lo contrario: después de visitar un hogar para la tercera edad, decidió dedicar toda su vida a mejorar la calidad de "aquellos que seremos", pues aseguró que lo que vio fue "soledad, desesperanza, resignación. En esas vidas ya no cabían sueños".

Desde ese momento, se dedicó a dirigir esta institución, desde el 2020. "Queremos revivir la vejez. Tenemos personas que nunca habían tocado un instrumento en su vida y a sus 80 años lo están haciendo. Se puede seguir creciendo, se puede seguir aprendiendo a la edad que sea".

Y el primer paso, a su juicio, fue asumir que "desde el momento en que nacemos estamos envejeciendo. La vejez somos nosotros. ¿Cómo queremos envejecer? ¿Cómo nos gustaría que nos traten cuando envejezcamos? [...] Envejecer no es una crisis, envejecer es un proceso, es un proceso bonito. Al envejecer se puede seguir soñando", dice.

Algo más que ayuda

Daniels se distancia del asistencialismo y, por el contrario, apela a una vejez independiente y digna. "Nos dedicamos a fortalecer la funcionalidad mental, social y física para poder extender lo más posible la autovalencia; que puedan envejecer en su domicilio, con sus recuerdos, con sus vecinos, con su gente", afirma.

El 20% de los adultos mayores en Chile, según la última Encuesta de Discapacidad y Dependencia (Endide), tiene dependencia funcional, lo que "trae consigo un dolor muy profundo, para ellos y para todo su entorno. Los cuidadores generalmente son alguien de su propia familia, casi siempre una mujer, quien además debe dejar de trabajar. Un ingreso menos", puntualiza.

Pero cree que el cambio debe ser holístico: "Todavía hay algunos medios de comunicación que hablan del abuelito, del anciano" y aclara que el trabajo también pasa por cambiar el enfoque de las políticas públicas. "Antes uno veía que los esfuerzos -públicos y privados- estaban orientados sólo a ese 20% dependiente. Hoy somos muchos los que estamos mirando a ese otro 80% para evitar, justamente, la dependencia".

La tarea que se propone Daniels no es fácil, aunque de a poco ha ido viendo avances: "Tenemos un equipo de más de 60 profesionales que están en terreno, de Punta Arenas a Santiago. Fortalecemos la funcionalidad física y cognitiva, tanto en atención domiciliaria como en nuestros programas de condominios -viviendas tuteladas-, para que la persona se mantenga mental y físicamente activa", cuenta.

"Consideramos que el fortalecimiento físico es fundamental. Puedes estar muy activo pero, si no te ejercitas, te vas a ir para abajo y vas a sufrir un deterioro importante [...] Otro componente importante es lo social: que las personas mayores se inserten en sus comunidades, que participen en su entorno. En ambos programas hacemos levantamientos de las instituciones, redes, clubes, juntas de vecinos, iglesias católicas, evangélicas, etcétera".

Daniels se ha enfrentado a una triste realidad que muchos no quieren ver. "Gente que vive sola o que llegan porque no tienen dónde ni con quién vivir", dice. Una de sus soluciones sería "fortalecer los vínculos emocionales; siempre hay alguien, un hijo que quizás está medio peleado con el papá, alguna sobrina, un nieto, un vecino…"

Justos por pecadores

El caso convenios indigna a Daniels. De acuerdo a La Tercera, más de 50 fundaciones se encuentran en el punto de mira. "Nosotros nos sacamos la mugre trabajando para ganar unos poquitos pesos y hacemos maravillas con esos fondos. Que haya otras personas que su objetivo no sea social da mucha rabia", replica.

"Hemos visto una mayor fiscalización, lo que es más pega para nosotros. Pero nosotros no tenemos nada que esconder, revísennos. El 100% de los recursos se van a donde tienen que irse y están generando un impacto muy grande en las personas", aclara.

"Queremos revivir la vejez. Tenemos personas que nunca habían tocado un instrumento en su vida y a sus 80 años lo están haciendo".

Constanza Daniels