Calera: Sin juego ni respuestas
A los dirigidos de Martín Cicotello solo les alcanzó para ver cómo Colo Colo movía la pelota sin contrapeso hasta que lograron anotar.
Después de la desastrosa visita anterior al Monumental el 4 de julio pasado por Copa Chile (1-6), Unión La Calera sostuvo ayer el cero a cero ante Colo Colo hasta la media hora del segundo tiempo. Pero fue una resistencia precaria, basada en un básico ordenamiento en campo propio, y que si se prolongó hasta esa altura del partido, fue más que nada por la escasa fluidez que tuvo el cuadro popular en los metros finales de la cancha.
Los locales ocuparon todo el frente de ataque con sus delanteros, con Wiemberg instalado como un puntero izquierdo, más los volantes y zagueros animándose a pasar la mitad de la cancha. Hasta el portero Brayan Cortés estuvo parado casi todo el tiempo fuera de su área debido al inexistente afán ofensivo de los rojos.
Si Colo Colo se demoró en concretar su dominio en las redes de Omar Carabalí, fue porque no tuvo su jornada más clara para dejar a sus atacantes de cara al arco. Un par de remates de media distancia y dos cabezazos mantuvieron alerta al portero calerano.
Cosa de tiempo
Cuando los defensores y volantes rojos lograban quitar algún balón, no se daban más de dos o tres pases, ni menos lograban hilvanar alguna contra. Así, rápidamente Colo Colo volvía a atacar.
Esa dinámica no varió nunca, y cuando Calera por fin se generó una ocasión clara en el segundo tiempo, Matías Cavalleri encontró una sólida tapada de Cortés y en el rebote el recién ingresado Nicolás Orellana se pifió.
Después, cuando Leo Gil y Pablo Parra perdían aire y el trámite se cerraba, un balón que controló bien en el área le sirvió a Damián Pizarro para ponerse al día con el gol y comenzar a liquidar el partido.
El VAR le ayudó a los albos con un penal para decretar a través de Carlos Palacios el final de una historia ya conocida.
Claudio Morales Salinas
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