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Cuidemos nuestras manos

Es un problema común que puede afectar a cualquier persona. Aquí te presentamos cuatro consejos prácticos para prevenir esta molesta condición.
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Evitemos una tendinitis

La tendinitis en las manos es una inflamación de los tendones que puede causar dolor, hinchazón y dificultad para mover las manos y los dedos. Esta condición suele ser el resultado de movimientos repetitivos y el uso excesivo de las manos, lo que la convierte en un problema frecuente entre personas que realizan tareas manuales o trabajan con computadoras. Afortunadamente, hay varias medidas que se pueden tomar para prevenir la tendinitis y mantener tus manos en buen estado. A continuación, te presentamos cuatro consejos prácticos para evitar la tendinitis en las manos.

1. Realiza Ejercicios de Estiramiento

Incorpora ejercicios de estiramiento en tu rutina diaria para mantener la flexibilidad y la fuerza de los tendones en tus manos y muñecas. Dedica unos minutos cada hora a estirar los dedos, las muñecas y los antebrazos. Estos estiramientos pueden reducir la tensión y prevenir la inflamación de los tendones.

2. Toma Pausas Frecuentes

Si tu trabajo implica movimientos repetitivos, asegúrate de tomar descansos regulares. Cada 30 minutos, detén lo que estás haciendo y realiza movimientos suaves con las manos y las muñecas. Esto permite que los tendones se relajen y recuperen, reduciendo el riesgo de desarrollar tendinitis.

3. Mejora tu Ergonomía

Ajusta tu estación de trabajo para promover una postura adecuada y reducir el esfuerzo en tus manos y muñecas. Usa un teclado y un mouse ergonómicos, y asegúrate de que tus muñecas estén en una posición neutra. Mantén una postura correcta y evita inclinarte o forzar las manos durante el trabajo.

4. Fortalece tus Manos y Muñecas

Realiza ejercicios de fortalecimiento para las manos y muñecas para aumentar su resistencia. Usa una pelota de goma o una banda elástica para hacer ejercicios de resistencia. Unos minutos al día pueden hacer una gran diferencia en la prevención de la tendinitis.

Implementar estos consejos en tu rutina diaria puede ayudarte a prevenir la tendinitis en las manos, manteniéndolas saludables y libres de dolor. Recuerda que la prevención es clave para evitar problemas crónicos y mantener una buena calidad de vida.

Sopaipillas

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INGREDIENTES:

- 1 kg de harina

- 1 taza de puré de zapallo (calabaza)

- 1/2 taza de manteca derretida (puede ser manteca de cerdo o margarina)

- 1 cucharadita de sal

- 1 cucharadita de polvos de hornear

- 1/2 taza de leche (puedes usar agua si prefieres)

- Aceite para freír

PREPARACIÓN:

Cocina el zapallo en agua hirviendo hasta que esté tierno. Luego, escúrrelo y tritúralo hasta obtener un puré suave. Deja enfriar.

En un bol grande, tamiza la harina junto con la sal y los polvos de hornear.

Añade el puré de zapallo enfriado y la manteca derretida a los ingredientes secos. Mezcla bien hasta integrar.

Agrega la leche poco a poco, amasando la mezcla hasta obtener una masa suave y homogénea. La cantidad de leche puede variar, así que ajusta según sea necesario para que la masa no quede ni muy seca ni muy pegajosa.

Transfiere la masa a una superficie enharinada y amasa durante unos 10 minutos hasta que esté elástica y suave.

Deja reposar la masa cubierta con un paño limpio durante unos 20 minutos.

Divide la masa en porciones pequeñas y forma bolitas. Luego, aplana cada bolita con un rodillo hasta que tengan aproximadamente 1 cm de grosor. Haz un pequeño agujero en el centro de cada sopaipilla con un tenedor o un cuchillo.

Calienta abundante aceite en una sartén grande a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté caliente, fríe las sopaipillas por ambos lados hasta que estén doradas y crujientes. Esto tomará unos 2-3 minutos por lado.

Retira las sopaipillas del aceite y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Servir.

INGREDIENTES:

- 500 g de zapallo

- 500 g de harina

- 2 cucharaditas de polvos de hornear

- 1 cucharadita de sal

- 1 cucharadita de azúcar

- 1 huevo

- 1 cucharada de levadura seca

- 1/2 taza de agua tibia

- Aceite para freír

- 500 g de chancaca

- 1 taza de agua

- 1 palo de canela

- 2 clavos de olor

- Cáscara de una naranja

PREPARACIÓN:

Pela y corta el zapallo en trozos. Cocina en agua hirviendo hasta que esté tierno. Escurre y tritura hasta obtener un puré suave. Deja enfriar.

En un bol pequeño, disuelve la levadura seca en el agua tibia junto con una cucharadita de azúcar. Deja reposar por unos 10 minutos hasta que se forme espuma.

En un bol grande, tamiza la harina junto con la sal y los polvos de hornear.

Añade el puré de zapallo enfriado y el huevo a los ingredientes secos. Mezcla bien.

Agrega la mezcla de levadura a la masa y mezcla hasta obtener una masa suave y homogénea. Si la masa está demasiado seca, puedes añadir un poco más de agua tibia, cucharada a cucharada.

Cubre la masa con un paño limpio y deja reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que la masa haya duplicado su tamaño.

Calienta el aceite en una sartén grande a fuego medio-alto. Con las manos enharinadas, toma porciones de masa y forma anillos del tamaño de una rosquilla, dejando un agujero en el centro.

Fríe los picarones en el aceite caliente hasta que estén dorados y crujientes, aproximadamente 2-3 minutos por lado. Escurre en papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

En una cacerola, coloca la chancaca, el agua, la canela, los clavos de olor y la cáscara de naranja. Cocina a fuego medio hasta que la chancaca se derrita y la mezcla espese, formando una miel. Servir.

INGREDIENTES:

- 3 tazas de harina

- 1/2 taza de azúcar

- 2 cucharaditas de polvos de hornear

- 1 pizca de sal

- 3 huevos

- 1/4 taza de mantequilla, derretida y enfriada

- 1 cucharadita de esencia de vainilla

- 1/4 taza de leche

- Ralladura de 1 limón

- Aceite para freír

- Azúcar flor (azúcar glas) para espolvorear

PREPARACIÓN:

En un bol grande, tamiza la harina junto con el azúcar, los polvos de hornear y la sal.

En otro bol, bate los huevos con la mantequilla derretida, la esencia de vainilla y la ralladura de limón. Añade esta mezcla a los ingredientes secos.

Agrega la leche poco a poco, mezclando bien, hasta obtener una masa suave y homogénea. La cantidad de leche puede variar ligeramente, así que ajusta según sea necesario.

Transfiere la masa a una superficie enharinada y amasa durante unos 5-10 minutos hasta que esté elástica y suave.

Deja reposar la masa cubierta con un paño limpio durante unos 20 minutos.

Divide la masa en porciones y estira cada porción con un rodillo hasta que tenga aproximadamente 0.5 cm de grosor. Corta rectángulos de aproximadamente 10 cm por 5 cm. Haz un corte en el centro de cada rectángulo y pasa uno de los extremos a través del corte, formando el clásico "calzón roto".

Calienta abundante aceite en una sartén grande a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté caliente, fríe los calzones rotos en pequeñas tandas hasta que estén dorados y crujientes, aproximadamente 2-3 minutos por lado.

Retira los calzones rotos del aceite y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.

Una vez que los calzones rotos estén fríos, espolvoréalos generosamente con azúcar flor. Servir.


picarones


calzones rotos