Xilografías del sur

En el Museo Palacio Vergara se presenta "Wampos en el Cautín". Con grabados de excelente factura, Daniel Lagos se hace cargo de la tradición de navegantes que tuvo en la Araucanía, el pueblo mapuche.

Los españoles quedaban admirados de la forma en que establecían las comunicaciones, el comercio, mediante el uso del wampo. Esto aconteció hasta mediados del siglo XX. Se da una convergencia en estas estampas confluentes, que es la embarcación de madera de un árbol ahuecado para su flotabilidad, coincidente con los grabados en madera hendidos con la herramienta, reflejados en trazos profundos y tenues, xilografías que registran el navegar por el río Cautín.

En la obra Familia, una xilografía mural de 76 x 366 cm, confluyen dos dimensiones, entre otras, a considerar. Primeramente, introduce una representación desde un punto de vista no habitual que es desde arriba -cenital- que le otorga atractivo dado que, a la vez, sorprende. Y la dimensión en formato con tres metros y fracción. A la par los trazos que aprisionan tanto a las figuras humanas como al entorno de la naturaleza y las dos aves que se despliegan en su elegante y envolvente vuelo, se materializan con cuidado oficio. Ese rigor del hacer bien hecho se evidencia también en el tratamiento del agua, con incisiones que registran el pausado correr del río.

En Rutas del agua II, se logra una acabada xilografía a matriz perdida, yendo tras una riqueza en el color con sucesivas intervenciones y un leve desplazamiento que subrayan, en colores diferentes, un paisaje que destacan el wampo y su tripulación. Es una obra inmersa en una naturaleza exuberante de grises y leves tonos de colores, que crean una atmósfera en la que la mujer está en su rol en esa sociedad -una actitud de sumisión- y la actitud varonil dominante de quien gobierna el wampo. Todo esto en medio de un paisaje presidido por las aguas calmas del Cautín y el entorno de un paisaje con sus juegos de luces incisas en la madera intervenida.

Para Lagos es fundamental el aspecto técnico del grabado, es de su interés la xilografía de gran formato, así como la técnica del cromatismo llevado al límite, de una manera pictórica o muy cercano a ello en sus sutilezas mediante el taco perdido -matriz perdida- así como el sentido de la memoria por medio del wampo. Interesa no perder esa memoria de quienes recorrieron todos esos ríos de la Araucanía y que son hoy nuevamente visibilizados en el grabado. Hay una unión tanto en el grabado xilográfico como en los wampos, en la medida que son artefactos en los que hay que cavar (Diego de Rosales): hacer ese hueco en el tronco en donde entraba la gente en estas canoas, así como también hacer ese hueco, la huella, con la herramienta en la matriz xilográfica que da lugar a la riqueza de luces y sombras.