Líderes de verdad, como Barack Obama, Angela Merkel, David Cameron, Charles De Gaulle, Margaret Thatcher, Winston Churchill y tantos otros, nos simpaticen o no, en los momentos en que la historia los encontró liderando los destinos de sus pueblos, tomando trascendentales decisiones de carácter universal, de inimaginables efectos, que se verían reflejados en el tiempo, que sin lugar a ninguna duda, repito nos simpaticen o no, sus figuras y sus nombres, cada uno de ellos, nos mostró su tremenda Talla de Líder, su real dimensión de líder, cuando la historia los puso en jaque, y como era de esperarse, acrecentaron fuertemente su credibilidad ante sus conciudadanos y pasaron a formar parte de la historia...
Sin embargo, hoy en los tiempos que vivimos, otros no bajan de su pedestal, para mirar a los ojos, a las mismísimas personas que los encumbraron, no reclinan sus cabezas, no reconocen sus omisiones, sus marcados errores, no demuestran humildad, simplemente se muestran con las actitudes tan propias de quienes solo pertenecen a la categoría de "Aspirantes de Líder", muy lejos de la talla de los antes citados, pues privilegian dividendos personales y grupales, prometiendo lo que sea, el fin justifica los medios, pero sin medir sus consecuencias inmediatas y futuras, en todos quienes abrigaron muchas expectativas al escucharlos, lo que nos hace recordar y no olvidar, el popular refrán, que dice "La mujer del Cesar, no solo debe serlo, sino que debe parecerlo", en otras palabras, no basta con ser investido y coronado de Líder, definitivamente debe demostrarlo, todo lo demás, es la enorme diferencia, entre tener la "Talla de Líder" y solo ser un "Aspirante a Líder"...
Luis Enrique Soler Milla