La Evolución del Año Nuevo Porteño
Desde 1953, los primeros minutos del 1 de enero iluminan la bahía de Valparaíso, pero este festejo ya ocurrió con bengalas y voladores a fines del siglo XIX.
Por Juan Guillermo Prado O.
Todos estamos expectantes con la celebración de la noche de Año Nuevo que en el puerto se denomina "Año Nuevo en el Mar", que creó, el odontólogo Ernesto Dighero Lajaña, quien inicialmente logró la colaboración de algunos vecinos. En la ocasión se extendió por sólo cuatro minutos.
Pero, tras la festividad una bengala cayó en una barraca causando un pavoroso incendio que causó la muerte de 50 personas, entre ellos 36 bomberos y 350 personas resultaron con lesiones de diversa gravedad. El cronista Joaquín Edwards Bello denominó a Valparaíso como Pirópolis, o ciudad del fuego. Eso es resiliencia pues la celebración se realiza hasta el día de hoy.
Curiosamente, quisimos saber si antes se iluminó la noche porteña y, en 1896, encontramos un decreto que señaló: Autorízase al Director del Material para que del Depósito General de Marineros disponga la entrega para la iluminación del fuerte Bueras la noche de Año Nuevo de 25 luces de bengala y cien voladores. Hasta donde sabemos esa madrugada no hubo incendios en Valparaíso cuyas casas, en los cerros, eran mayoritariamente de adobe y madera.
El escritor y académico porteño Manuel Peña Muñoz, al respecto señaló: "El Año Nuevo en Valparaíso se celebraba de manera íntima en el interior de las casas en un ambiente familiar hasta que en 1953 la costumbre cambió pues los porteños salieron a los miradores de los cerros a contemplar el espectáculo de reflectores que había en la bahía, mezclados al sonido de las sirenas de los buques y las campanadas de las iglesias. Esa noche fue especial pues justo el último día del año 1952 se inauguraron los trolleys que reemplazaron a los antiguos tranvías eléctricos y que se mantienen en funcionamiento hasta el día de hoy, caracterizando a Valparaíso como la única ciudad de Chile por donde circulan.
¿Entre las muchas tradiciones de Año Nuevo cuáles son las más significativas?
En la noche del Año Nuevo hay distintas cábalas, entre ellas la de comer una cucharada de lentejas solo cocidas y sin sal, como augurio de que el nuevo año traerá prosperidad y abundancia, por eso se ponen también unas lentejas en la billetera para atraer la suerte y el dinero, costumbre común a México y a otros países latinoamericanos. También es usual que algunas personas salgan a dar una vuelta a la manzana cargando una maleta para atraer a los viajes. Otra cábala es vestir una prenda interior de color amarillo pues se piensa que da buena suerte, aunque en algunos países es de color rojo. En algunos casos la prenda se pone al revés. También es usual vestir ropa nueva. En los últimos años se ha extendido la costumbre de comer doce uvas a medianoche. Esta es una tradición judeocristiana que simboliza los doce meses del año, las doce tribus de Israel y los doce apóstoles.
En Madrid se esperan las doce de la noche mirando el reloj de la Puerta del Sol. Por cada campanada se come una uva y se pide un deseo brindando luego con copas de champán o espumante como se dice en la actualidad. Todas estas cábalas o supersticiones son comunes a Latinoamérica.
Las comunidades extranjeras en el puerto ¿tienen algún tipo de ritual con la llegada del Nuevo Año?
El ritual de "la cuenta regresiva" es común también a España y los países latinoamericanos, lo mismo la costumbre de brindar a medianoche y de darse abrazos recordando el año vivido y deseando que venga un año "mejor que el que se fue", lo que cambia en Valparaíso es la espectacularidad de los fuegos artificiales con los barcos iluminados con guirnaldas de luces.
A esto se suma el anfiteatro de la ciudad y la noche veraniega con la luna iluminando desde lo alto. El espectáculo único atrae a miles de visitantes de todo el mundo. En los últimos años se ha agregado "el cotillón": serpentinas, challa, cornetas y antifaces para rodear el intercambio de abrazos y buenos deseos. Se festeja en las casas o en restaurantes con ventanales abiertos a la bahía.
Hay vecinos que arriendan sus terrazas a los visitantes para que vean "el espectáculo pirotécnico". Las familias de origen español mantienen la costumbre de ofrecer turrón, mantecados y mazapanes a las visitas que llegan a saludar, debido a que en España es pleno invierno y se suelen comer dulces calóricos. Las comunidades latinoamericanas afincadas en el puerto se sienten también ligadas a sus países de origen preparando comidas nacionales como los tamales, las hallacas, el pan de jamón y el cerdo asado con arroz y frejoles que se comparten con los vecinos en un gesto de integración cultural.
Como en todos los países, la noche es de baile, música y festejos hasta la madrugada en un verdadero sincretismo cultural de música, baile, comida, y alegría, concluye nuestro entrevistado.
1953 fue el año en que la celebración ínt ima del Año Nuevo cambió. Comenzaba el espectáculo en la bahía.