Oportunidad para las humanidades
La irrupción de la IA generativa no solo está transformando las industrias, sino que está planteando una reflexión urgente sobre el futuro de la educación. Mientras esta supera sus capacidades de razonamiento cada pocas semanas, amenazando transversalmente el rol de las personas en los engranajes del sistema laboral tradicional, surge una pregunta fundamental: ¿para qué educamos a los jóvenes en un sistema que ya no responde a las demandas del futuro?
Las carreras tradicionales fueron diseñadas para un mundo que está dejando de existir. Los agentes de IA están reconfigurando los roles de las personas, que deberán pasar por urgentes procesos de reconversión.
Mientras los marcos legales tradicionales siguen discutiendo leyes basadas en estructuras obsoletas, la automatización está pasando por encima de todos, dando paso a una nueva era donde estos nuevos sistemas ocuparán roles antes exclusivos de los humanos.
Pensadores como Harari y Geoffrey Hinton nos alertan sobre las implicaciones existenciales de la IA, mientras que filósofos como Nuccio Ordine o Carlos Peña, desde enfoques diversos, subrayan que la educación debe ir más allá de lo técnico, manteniendo viva la reflexión humanística. Así, la educación debe ser un laboratorio de pensamiento y creatividad, donde las competencias técnicas se integren con el humanismo para formar individuos críticos, con grandes capacidades de adaptación y conscientes de su rol en el mundo, invitando a los jóvenes no solo a desarrollar habilidades técnicas, sino también capacidad crítica y creatividad. Esto será crucial para construir un futuro en el que la tecnología nos potencie como humanidad, sin que esta sea desplazada por ella. Lo necesitan las empresas y también la sociedad.
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Fernando Roa
Agentica Systems