Por el Ascenso cuesta el doble: amargo debut de Wanderers
Con el inicio del torneo se cortó la seguidilla de tres triunfos caturros en Copa Chile. U. de Concepción estuvo más cerca de ganar ante un pálido equipo porteño que no pudo reaccionar.
Más de cuatro mil hinchas de Santiago Wanderers tiñeron de verde las butacas del estadio Lucio Fariña, pero esa efervencencia no se trasladó al campo sintético quillotano y el empate en blanco que se selló anoche no solo marcó un decepcionante debut del Decano en el torneo oficial, sino que además interrumpió el buen andar del elenco porteño en los partidos de Copa Chile.
Por el Ascenso fue otra cosa, ya que en el empate cero a cero el conjunto porteño casi nunca estuvo más cerca de la victoria. No fue fácil el trámite para el cuadro de Héctor Robles por largos pasajes del primer tiempo. El gol anulado a López -centrodelantero del Campanil- al minuto de juego por una mano antes de rematar, fue un aviso de que el cuadro penquista no había llegado a Quillota para colaborar con la fiesta wanderina en las tribunas.
La celeridad con que movían la pelota los volantes Joaquín Romo y Renato Cordero, más la velocidad de los aleros Iam González y Rodrigo Olivares, inclinaron la cancha hacia el arco norte, que defendía el portero Eduardo Miranda. El golero sacó peligrosos remates de Olivares y López, mientras que González Chang lo salvó al despejar casi desde la línea un disparo de González.
Mientras el circuito de la U. de Concepción fluía, aunque sin efectividad, el juego de Wanderers parecía depender de los arranques del joven Opazo por la banda izquierda y del trajín de Pereyra y Gatica desde el medio. Luna y Monreal no conectaban y el veterano arquero Campestrini vivió una jornada más bien tranquila en la primera mitad.
El partido decayó
Pero el "9" y el"10" de Wanderers aparecieron con el reinicio de las acciones, ya que el diestro volante intentó con un tiro libre que se colaba arriba en la portería sureña. Sin embargo el arquero que jugara antes en Limache alcanzó a reaccionar. Monreal, por su lado, buscó con un frentazo pero tampoco acertó. Estas jugadas más bien fueron un espejismo, ya que el el juego de Wanderers no levantó en la fase culminante del encuentro.
De hecho Luna, Monreal y también Opazo terminaron siendo reemplazados, pero sin que los que ingresaron, Ethan Espinoza y los juveniles Parra y Luco, lograran solucionar la anemia ofensiva de los verdes.
El partido decayó en general, porque el equipo de la "Nona" Muñoz tuvo menos llegada, aun manteniendo su juego más elaborado. Miranda debió salvar un mano a mano ante Ignacio Herrera y estar atento a algún remate más de media distancia. Al final, otra de las cartas del banco de Robles, el ariete Diego Arias, pudo cambiar la historia con un cabezazo que envió blando a las manos del portero penquista. En definitiva, Wanderers arrancó con un desabrido empate, porque sumó de a uno y porque mostró muy poco juego.
Redacción
La Estrella de Valparaíso