¿Igualdad ante la ley?
La ley es, en teoría, igual para todos; al menos, esa es la premisa que sostiene nuestra sociedad. Sin embargo, la realidad dista mucho de este ideal. Pertenecer a ciertos partidos, como el Frente Amplio o el Partido Comunista, parece otorgar una serie de ventajas y privilegios frente a la ley que no aplican para el resto.
Pareciera que la única condición para gozar de estas prerrogativas es repetir un conjunto de dogmas o discursos que, en muchos casos, son francas mentiras. Poco importa si quienes las promueven las cumplen o no; lo relevante es mantenerse alineados a la narrativa. Así, se desdibuja la justicia y se socava el principio más básico de igualdad ante la ley.
Rodrigo Salinas Rojas
Psicólogo Clínico